Las jornadas pasan y el Madrid sigue atascado en su juego ofensivo. Benítez ha pasado los 100 días de gracia y su equipo cada vez muestra más carencias imaginativas, mientras que James ultima su recuperación y parece el único clavo al que agarrarse. El grupo, en contra de lo que muestran sus números defensivos, ni siquiera mantiene el orden en los últimos partidos y solo se salva gracias a las actuaciones de su portero y a una suerte, que los más optimistas pensarán que es la del campeón.
No obstante, el Madrid ganará muy pocos partidos si juega como en la tarde de este miércoles, en la que solo los jugadores que entraron de refresco se libraron de la quema. El PSG tuvo muchísimas oportunidades claras y envió varios balones a los postes, aunque la única buena noticia es que el Real Madrid difícilmente jugará peor esta temporada.
Por otra parte, Cristiano sigue sin aparecer y la conversación que tuvo en el vestuario con Florentino Pérez tampoco ayudará mucho a que se centre. Estuvo perdido en la posición de delantero y sus disparos se fueron muy desviados. El público le pitó especialmente, aunque también se desesperó con muchos de sus compañeros.
Rafa Benítez alineó a su once tipo en los últimos partidos, con las conocidas bajas de Bale y Benzema, mientras que a James se quedó todo el partido en el banquillo. El partido de la primera vuelta de la fase de grupos entre ambos equipos había dejado la sensación de que el Madrid era un equipo un tanto superior al PSG. Por eso, los franceses salieron a guardar la posición, pero superaron sus temores a los pocos minutos al darse cuenta de que el equipo merengue era incapaz de hacer absolutamente nada con el balón.
A partir de ahí, la primera parte se convirtió en un auténtico monólogo del equipo de Blanc. Los futbolistas locales cometían errores en la circulación sin parar y las únicas llegadas de peligro sucedían en la portería de Keylor Navas. De hecho, Ibra dio los dos primeros avisos. Primero probó con una rosquita desde la frontal que pasó muy cerca del poste y después con una falta potentísima y lejana que tampoco se fue por mucho.
Un baño de ocasiones sin premio
Además, el partido se interrumpía constantemente. Verrati tuvo que dejar su sitio a Rabiot a las primeras de cambio y poco después Marcelo salió lesionado. Nacho ocupó su lugar y en el primer balón que tocó obró el milagro del gol madridista. El canterano se encontró un balón en la banda y quiso ponerla en el área, pero su balón se envenenó y se coló en la portería de Trapp, que estaba fuera de sitio.
Sin embargo, el PSG no acusó el tanto y siguió a lo suyo. No se paró ni un minuto a pensar en su desgracia y, en la siguiente llegada que tuvo, Rabiot mandó un potente disparó desde media distancia que chocó contro el palo. Después, el mismo centrocampista lo probó desde lejos, pero en esta ocasión el balón salió por línea de fondo, aunque metió el miedo en el cuerpo a la grada.
A continuación, el Madrid creó su única jugada decente de toda la primera mitad en una combinación entre Cristiano e Isco. El malagueño se plantó solo ante Sirigu, pero no tenía demasiado ángulo y el portero pudo sacar el pie para repeler la pelota. En cualquier caso, eso fue solo un espejismo, puesto que justo antes del descanso, las facilidades de la defensa de Benítez permitieron que Cavani se plantara solo contra Keylor. El uruguayo firmó un disparo defectuoso y la defensa pudo llegar a despejarlo antes de que entrara en la portería
Tras el paso por los vestuarios, el Madrid tampoco encontró el balón, pero al PSG le costó más profundizar. De hecho, la primera jugada de peligro del segundo acto volvió a llegar en otro accidente en el área parisina. Isco remató un balón suelto que golpeó en un defensa y confundió a Trapp, pero el portero llegó a tiempo para rectificar y mandar el balón a saque es esquina. Hubiera sido tremendo que el Madrid lograse una diferencia de dos goles de esa manera.
El chaparrón pasaba por momentos y Jesé encontró una contra clara que desperdició al regalársela a David Luiz en su carrera. El PSG había perdido toda su frescura y volvía a parecer un equipo vulnerable, aunque las jugadas con sentido en el Madrid escaseaban muchísimo. En cambio, Isco pudo hacer el segundo en una buena jugada colectiva, pero Trapp estuvo bien colocado para rechazar su remate de volea.
Finalmente, los parisinos lanzaron el arreón final, pero la suerte de Keylor Navas hizo su parte. Di María mandó un balón directamente al palo en un saque de esquina en un lance extraño y también envió una falta magistral al travesaño, cuando el costarricense estaba completamente vendido en el tiempo de descuento.
REAL MADRID: Keylor Navas; Danilo, Sergio Ramos, Varane, Marcelo (Nacho, min.32); Casemiro, Kroos, Modric, Isco (Kovacic, min.82); Cristiano y Jesé (Lucas Vázquez, min.63).
PSG: Trapp; Aurier, David Luiz, Thiago Silva, Maxwell; Motta, Verratti (Rabiot, min.16), Matuidi (Lucas Moura, min.75); Di María, Cavani e Ibrahimovic.
Gol
1-0, min. 35, Nacho.
Árbitro: Mark Clattenburg (ING). Amonestó con tarjeta amarilla a Aurier (min.45), David Luiz (min.67), Casemiro (min.88) y Keylor Navas (min.90).