El partido amistoso que enfrenta a Bélgica contra España en Bruselas tenía grandes alicientes cuando se concretó en el calendario. ‘Los diablos rojos’ llegan a la cita, tras superar a Italia en su último amistoso, como número uno del ránking FIFA de selecciones, y se enfrentan a uno de los grandes favoritos de cara a la Eurocopa, pero todo eso importa muy poco tras los atentados en París.
El partido estará descafeinado porque los jugadores andan más preocupados por su seguridad que por el fútbol y solo piensan en regresar a sus casas lo antes posible. Además, tras el partido frente a Inglaterra, Del Bosque tendrá que administrar esfuerzos y reservar a muchos de sus titulares. Los jugadores culés también tienen la mente puesta en ‘el clásico’ y no verían con buenos ojos que acumularan minutos, cuando los jugadores del Real Madrid están ausentes por diferentes problemas.
En cualquier caso, si se prevé que Bélgica forme con varios titulares y el partido tiene el aliciente de ver el verdadero potencial de una selección que lleva años señalada como la futura revelación. Jugadores como Mignolet, Vertonghen, De Bruyne, Witsel, Hazard, Carrasco y Lukaku no se tomarán el partido a broma.
Sin embargo, los futbolistas de los dos equipos tendrán verdaderos problemas para centrarse en su trabajo cuando viven las horas previas rodeados de unas medidas de seguridad extraordinarias. Los jugadores españoles no podrán salir del hotel y han sido escoltados por la Policía desde al aeropuerto hasta el lugar de la concentración. Además, la expedición ha sido mucho más reducida de lo habitual porque, por motivos de seguridad, se han quedado fuera periodistas, miembros de la federación, y patrocinadores, hasta reducir el grupo a algo más de la mitad del que suele viajar en este tipo de compromisos.
Las autoridades belgas considera que viven «una amenaza creíble y potencialmente inminente» tras las últimas detenciones realizadas en el país, por lo que no dejaran que los asistentes al choque entren con una simple bolsa. El encuentro comienza a las 20:45 y las puertas del estadio Rey Balduino se abrirán a las 18:30 para mirar bien a todos los asistentes. Las entradas para el espectáculo costaban entre 35 y 55 euros en los sectores de la grada destinados a la afición española y la comunidad hispana que reside en Bélgica se movilizó desde el principio para ocupar todos esos asientos, pero los acontecimientos han generado muchas reticencias en los aficionados a última hora.
Nolito y Bartra, “unos mandados”
Por todo esto, los futbolistas no esconden sus malas sensaciones con el partido y Nolito reconoce que el ambiente del grupo no es agradable. “Cuando pasan cosas así siempre hay miedo, pero no podemos vivir con miedo, Nosotros somos unos mandados, si nos dicen que tenemos que jugar, tenemos que hacerlo, no podemos hacer nada», señaló el jugador del Celta
Además, el andaluz asegura que ante este tipo de desgracias los futbolistas se sienten igual de expuestos que el resto de las personas. “Sinceramente, son cosas que le pueden pasar a cualquier persona, esperemos que no pase más y tampoco a nosotros”, señaló el jugador del Celta. Asimismo, Marc Bartra habló de “momentos difíciles que no le gustan a nadie”, pero se puso a disposición de las federaciones para jugar si lo consideran oportuno.
En cambio, las diferentes federaciones no están dispuestas a ceder ante el temor y todas señalan que los diferentes partidos servirán «para rendir homenaje a los afectados». Sin embargo, en algunos países los ánimos están más caldeados que en otros, puesto que los jugadores franceses todavía tienen muy presente el caos vivido en Saint Denis.
Los responsables del fútbol inglés y francés decidieron que el partido en Wembley debía jugarse, pero los jugadores ‘bleus’ están molestos porque nadie les preguntó por su opinión. De hecho, según The Times todavía están en shock y no tienen ganas de disputar el amistoso. Varios jugadores no quieren saltar al césped. El presidente de la Federación Francesa de Fútbol, Noël Le Graet, ha reconocido que no consultó ni siquiera con el seleccionador a la hora de tomar su decisión.
En cualquier caso, si todo transcurre dentro de la normalidad el Inglaterra-Francia será un canto por la paz. Los videomarcadores del estadio de Wembley mostrarán la bandera francesa y la letra de La Marsellesa para que todos los aficionados la canten a coro, como ya ocurrió a la salida del Stade de France el pasado viernes, tras el partido contra Alemania.