Han transcurrido cinco años desde que España y Portugal decidieron presentar su candidatura conjunta para acoger el Mundial de 2018. Su aspiración no prosperó y Rusia será el país encargado de albergar la competición. Por aquel entonces se trató la idea de crear una Liga conjunta entre equipos españoles y portugueses. Hoy el país vecino ha reabierto el debate.
La idea no es fusionar ambas ligas, según ha contado un portavoz de la liga portuguesa (LPFP). El proyecto sería lanzar una nueva competición en la que se juntaran los mejores equipos de ambos países. Crear algo novedoso y atractivo y exprimir al máximo los ingresos por las entradas y la publicidad serían los principales objetivos.
La complejidad que atañe crear una nueva competición hace que los implicados se den un margen de cuatro años. Pero lo que está claro es que la propuesta es real. Este viernes se han reunido los presidentes de la Liga Portuguesa de Fútbol y de la Liga de Fútbol Profesional española en una reunión en la que han barajado esta posibilidad.
El organismo luso ha sido el encargado de dar el paso adelante a través de su presidente, Pedro Proença, exárbitro profesional, y considera que la charla de hoy ha sido “un primer paso” en su búsqueda por formalizar la Liga Ibérica.
Los problemas son evidentes. Primero, la decisión de qué equipos figurarían en esta nueva Liga. Después el formato y las fechas, dentro de un calendario de lo más exigente. Y por supuesto, qué pasaría con los equipos damnificados. Esos que ahora figuran en la zona menos noble de la tabla en la Liga Española, como Real Sociedad o Rayo Vallecano, por citar algunos ejemplos.