Masip, sin protagonismo (6). Fue incapaz de rechazar el lejano disparo de Juanfran. A partir de ahí, poca tarea. Una parada tras un lanzamiento de falta en el último suspiro y nada más.
Alves, muy activo (8). Sólo dispuso de 45 minutos pero refrendó su gran momento. Ante la Real Sociedad dio dos asistencias y hoy abrió el marcador con un gran disparo lejano. El brasileño vuelve a sentirse importante.
Bartra, con galones (6,5). Estuvo bien atrás e interceptó balones peligrosos. Estuvo firme y comandó la defensa. Eso sí, pese a la comodidad del partido no se le vio incorporarse al ataque en ninguna ocasión.
Vermaelen, seguro (6,5). Tuvo poco trabajo, pero se le vio animado. Defendió bien y se sumó al ataque en alguna ocasión ante la comodidad del partido.
Mathieu, de menos a más (7). En la primera mitad sus centros no fueron buenos, no hizo daño desde la banda. En la segunda parte, todo lo contrario. Con espacio, corrió y creó peligros con sus centros. Dio la asistencia del primer gol de Munir.
Samper, el control (7,5). Demostró que el Barcelona tiene centrocampistas para rato.Tuvo mucha llegada al área y conectó a la perfección con los delanteros. No asumió excesivo protagonismo pero cumplió con creces.
Mascherano, el cierre (6,5). No fue su mejor partido, pero no cometió ningún error. Fue capaz de contener al Villanovense y proporcionar tranquilidad a toda la defensa.
Adriano, el desborde (7). Empezó de interior y acabó de lateral. Aunque indiferentemente apareció en acciones defensivas. Regateó y pudo anotar
Aitor, con chispa (6). No fue lo más destacado arriba, pero para los pocos minutos que ha disfrutado con el primer equipo no estuvo mal. Se atrevió y asistió a Sandro en el tercer gol del partido.
Sandro, el mejor (9,5). Asumió el mando arriba. Anotó tres goles y dio una asistencia de tacón a Munir para cerrar la goleada. Certero en el área: control y remate. Hizo olvidar a la ‘MSN’.
Munir, con acierto (8). Dejó atrás los errores de las últimas jornadas y se reivindicó con dos tantos. Quiere más protagonismo y ha demostrado que está ahí. No obstante, pudo hacer más.
Luis Enrique, confiado (6). El partido era plácido. Apostó por los menos habituales y por Adriano como interior. La cosa funcionó. A falta de diez minutos decidió dejar a su equipo con uno menos tras la lesión de Mathieu. Algo ‘sobrado’.
Gumbau, un gran suplente (6,5). Salió tras el descanso y se atrevió con un disparo lejano en el primer balón del que dispuso. Tiene llegada y combina bien. Demostró talento para estar a las órdenes de Luis Enrique.