La crisis interna que vive el Real Madrid en las últimas semanas añade un capítulo todavía más esperpéntico que los anteriores. Esta vez los jugadores dieron la talla, pero el entrenador sacó a un futbolista que tenía una sanción pendiente. Cheryshev cerró el ciclo de tres amarilla en el último partido que disputó en Copa del Rey el año pasado con el Villarreal, en el que se enfrentó al Barcelona. Sin embargo, nadie en el Madrid se dio cuenta de que estaba sancionado hasta que la grada del Carranza empezó a celebrar el triunfo de un equipo que ya perdía por 0-1 en el campo. El Madrid fue superior en lo futbolístico, aunque tampoco levantó pasiones. James estuvo brillante en los pases e Isco resolvió el partido al final.
Sin embargo, hay que descargar la culpa del entrenador en este caso. Benítez ya perdió otra eliminatoria copera en 2001 por alinear a la vez a cuatro extracomunitarios cuando entrenaba al Valencia, pero este tipo de cuestiones reglamentarías deben recaer sobre trabajadores del club especializados. No se entiende para qué están en nómina el exárbitro Megía Dávila y algunos abogados del club, si ni siquiera se preocupan de estas cosas. De hecho, el tema es especialmente llamativo cuando existe un precedente de esta misma temporada, cuando Osasuna perdió su eliminatoria contra el Mirandés por un caso similar.
El Cádiz ha anunciado que recurrirá al artículo 76 del reglamento de la RFEF para que ni siquiera se tenga que disputar el partido de vuelta y en el Madrid rodarán algunas cabezas. La situación coloca en una posición todavía más delicada a Florentino Pérez, que no solo no tiene un director deportivo, sino que tampoco ha sabido rodearse de personas competentes en lo reglamentario. La RFEF pasó un escrito a principio de temporada con todos los sancionados, pero el Madrid debió de olvidarlo, según el consejero jurídico del Cádiz. El Madrid niega que le notificaran nada.
En cualquier caso, esta no es la primera vez que el Madrid no se entera de las normativas en la historia reciente, aunque en la anterior ocasión fueron los hombres de Ramón Calderón los que cometieron otro desliz grave. Ficharon a Huntelaar y a Lassana Diarrá sin darse cuenta de que los dos no podían jugar Champions y eso condenó al holandés, pero al menos no eliminó al equipo. Los comités no entrarán de oficio, pero el Cádiz no va a desaprovechar su oportunidad.
En lo meramente deportivo, Benítez se tuvo que inventar una defensa extrañísima por culpa de las bajas y rotó de centro del cambio hacia arriba, mientras que otorgó total libertada a James para moverse por el campo. Por su parte, el Cádiz también salió con los menos habituales, pero se encontró con un sopapo nada más comenzar el partido.
La grada se mofó de los blancos
El '10' del Madrid bajó a recibir y metió un pase preciso y cruzado a Cheryshev. El ruso firmó un buen control y la colocó lejos del alcance del Pol Ballesté en el minuto dos, para que su nombre pasase todavía menos desapercibido. A partir de ese momento, el Cádiz intentó jugar como si ese gol no hubiese subido al marcador y apretó a su rival, hasta el punto de que Cuero pudo empatar poco después. Sin embargo, Casilla se hizo gigante en el mano a mano y el delantero estrelló el balón contra el cuerpo del portero.
Después, James también se revolvió en el área, pero su disparo salio muy cerca del poste. En cambio, a partir de ese momento el juego discurrió lejos de las áreas, aunque una pérdida de balón de Arbeloa terminó en una contra y en un disparo de Lolo Plá que se fue por poco.
Sin embargo, en el último cuarto de hora de la primera mitad, la grada empezó a cantar “Cheryshev no puede jugar” y animaba a Benítez a “mirar el Twitter”, mientras que en el césped no pasaba gran cosa.
El partido se fue al descanso con una aire rarísimo. Además, Rafa Benítez decidió cambiar a Cheryshev nada más comenzar la segunda parte, para añadirle más surrealismo al asunto. Los gaditanos ya se veían en la siguiente ronda, pero el partido seguía y en el banquillo del Real Madrid solo se veía como el equipo técnico y los jugadores cuchicheaban sin parar.
La frialdad se apoderaba del juego, mientras que el público tiraba de guasa para entretenerse y burlarse de la situación del rival. Entretanto, Casemiro dio un pase de 40 metros al espacio donde corría Isco, el malagueño la bajó con muchísima clase y definió como los ángeles para hacer el segundo.
Asimismo, otra gran asistencia de James dejó a Isco en una posición muy favorable. El '23' recortó a un rival y firmó un disparo extraño, pero la suerte le acompañó y el balón entró en la portería tras un rebote. Además, Güiza casi hace el gol para los amarillos, pero su rosquita se fue cerca de la escuadra, mientras que desde la grada querían “un gol de Arbeloa”. Finalmente, Márquez recogió un rechace de Pepe y fusió a Casilla desde el perfil derecho del área.
CÁDIZ: Pol; Cristian, Aridane (Servando, min.70), Josete, Tomás (Kike Márquez, min.50); Garrido, Mantecón, Salvi, Lolo Pla, Luis Pavez y Wilson Cuero (Güiza, min.70).
REAL MADRID: Casilla; Arbeloa, Pepe (Tejero, min.89), Llorente, Nacho; James (Lienhart, min.77), Casemiro Isco; Lucas Vázquez, Jesé y Cheryshev (Kovacic, min.47).
Goles
0 – 1, min.3, Cheryshev.
0 – 2, min.65, Isco.
0 – 3, min.74, Isco.
1 – 3, min.43, Kike Márquez.
Árbitro: De Burgos Bengoetxea (C.Vasco). Amonestó a Lolo Plá (min.54) y Garrido (min.57) en el Cádiz.