Con cinco victorias y un solo 'tropiezo' ha cerrado el Real Madrid su camino en esta fase de grupos de la Champions. El Malmo pagó el enfado de unos futbolistas que aprovecharon la comodidad del encuentro para firmar la paz con su público. Cristiano, con cuatro goles, se convirtió en el máximo anotador de una fase de grupos. Benzema, con tres tantos, prolongó su idilio con el gol. Kovacic, que cuajó un gran partido, también participó en una goleada (8-0) de escándalo.
El Madrid dejó claro desde el inicio que no iba a especular con el resultado pese a la intrascendencia del partido. El Bernabéu, que entonó pitos contra Rafa Benítez, aún se mostraba herido por la dura derrota frente al Barcelona y por la eliminación de la Copa del Rey. Los blancos, conscientes de ello, pronto comenzaron a mostrar su potencial ofensivo. Benzema, a los seis minutos, dispara centrado, pero anticipaba lo que estaba por llegar. Cristiano, ansioso por anotar, lo intentó hasta de chilena, aunque sin llegar a impactar el esférico.
El dominio era evidente y pronto se deshizo el 0-0 que mostraba el marcador. Ronaldo, por la banda izquierda, su perfil preferido, se deshizo de un defensor y puso un gran centro para Isco, que remató de primeras. El disparo fue interceptado por un central, pero el rechace, muerto en el área, lo aprovechó Benzema para seguir su buena inercia goleadora.
El control del Madrid se acrecentó y tan sólo habían transcurrido quince minutos del encuentro. El Malmö se encerró atrás y trató de aguantar las embestidas. Tan sólo a la contra pudo asomarse a la portería defendida hoy por Kiko Casilla. A su primer ataque, le siguió el segundo tanto del conjunto de Benítez. Cristiano, esta vez desde el lado derecho, sirvió un magnífico centro al área. Benzema se elevó y con un gran cabezazo anotó de nuevo.
Tan solo se había alcanzado el ecuador de la primera mitad y el triunfo ya estaba cerrado. Pero era un día perfecto para resarcirse de los errores pasados con una buena goleada, y es que el conjunto sueco apenas ofrecía resistencia. Cristiano, con el récord de máximo goleador en una fase de grupos en mente, era el que más lo probaba. Pero sin fortuna, pues en el 36 Wiland le detenía un mano a mano. Pero el luso iba a conseguir anotar, y quizás de la forma más inesperada: de falta. Un buen lanzamiento al palo del guardameta que colocó el 3-0 en el luminoso. La cuenta pudo ampliarse antes del descanso, pero Isco, centrado en el regate, y Cristiano, que erró en boca de gol, no lograron abrir más brecha.
Tras la reanudación apareció la mejor faceta goleadora de Ronaldo, que en quince minutos anotó otros tres tantos para firmar el póker. El primero, tras aprovechar un rechace; el segundo, con un disparo cruzado que ‘a priori’ no presentaba dificultad para el guardameta; Y el tercero, el mejor, tras un maravilloso taconazo de Benzema que prolongó Isco atrás para el luso.
El Madrid se gustaba ante la impotencia de los suecos, que sólo probaron a Casilla entre el festival de goles de Cristiano. Rodic, con un zapato, hizo emplearse a fondo al portero del conjunto blanco. Kovacic, que de nuevo se hizo fuerte en el centro del campo y cuajó un gran partido antes de ceder su sitio a Cheryshev, anotó el séptimo con un disparo desde el borde del área. No iba a ser el último. Benzema, tras un buen recorte en el área, cerró su hat-trick y colocó el 8-0 a quince minutos del final.
El Madrid, lejos de acomodarse o firmar la tregua, trató de hacer más herida en el rival. Jesé, tras un buen movimiento en el área, o Cheryshev, con dos remates desde la frontal, estuvieron cerca de anotar. Pero el marcador no se movió más. Con el 8-0 el Madrid cierra su andadura en esta fase de grupos, donde ha acumulado cinco triunfos y un empate. Un balance magnífico pese a que el juego desplegado en muchos encuentros no haya sido el deseado.