Los viajes de Cristiano Ronaldo a Marruecos cada vez se producen con mayor frecuencia. El luso parece decidido a amortizar el avión privado que adquirió hace unas semanas por 19 millones de euros y viaja al término de los entrenamientos para ver a su amigo Badr Hari. Desde Valdebebas a Torrejón, para luego dirigirse en su vehículo aéreo al país del norte de Áfricano. Dos horas de viaje para disfrutar de la tarde junto al 'kickboxer'. Después de vuelta a Madrid para descansar de cara a otra jornada de trabajo. Así, varias veces a la semana.
Pero lo que parecían tardes en la piscina, también son multitudinarias fiestas. Según ha informado la prestigiosa revista Flash, Ronaldo se ha gastado cerca de un millón y medio de euros en una celebración privada en una conocida sala de la ciudad marroquí, que estuvo amenizada por bailarinas ligeras de ropa.
Cristiano estuvo acompañado por diferentes amigos, entre los que se incluyen algunos compañeros del Real Madrid, que habían viajado con él en su jet hasta Marruecos. El portugués, a través de las redes sociales, ha mostrado en numerosas ocasiones su amistad con Badr Hari. Imágenes que no sentaron bien a ciertos aficionados, al relacionar sus escapadas con el bajo rendimiento ofrecido por el luso en el inicio de campaña.
Su despilfarro de dinero y las fiestas en Marruecos aparecen justo cuando había recuperado sensaciones. Y es que, tras los cuatro goles anotados al Malmo en la Champions League, Ronaldo se ha convertido en el máximo anotador (11) en una fase de grupos. Si muestra un buen nivel sobre el césped, el Bernabéu, que ya coreó su nombre el pasado martes, no pondrá objeciones a lo que haga en sus ratos libres.