El Chelsea ha anunciado este jueves la marcha «de mutuo acuerdo» de Jose Mourinho, tan solo siete meses después de conquistar la Premier League y víctima de la pésima situación del equipo 'blue' en el campeonato nacional, donde se encuentra solo un punto por encima del descenso después de 16 jornadas.
Después de cerrar su etapa de tres años en el Real Madrid, el técnico luso volvió al Chelsea en junio de 2013 y el año pasado conquistó un doblete al ganar la liga y la Capital One Cup, lo que llevó a la directiva del club londinense a firmarle en agosto una renovación de cuatro años.
Sin embargo, la relación se ha roto cuatro meses después, a pesar de que el Chelsea se ha clasificado para octavos de final de la Liga de Campeones, donde jugará contra el Paris Saint-Germain. Las nueve derrotas ligueras, la última el pasado lunes ante el Leicester City (2-1), han condenado a Mourinho a la destitución.
Por eso, el entrenador tiene derecho a percibir un gran finiquito por su marcha. Tendría que cobrar 55 millones de euros por los años de compromiso que le restan, pero al pactar su salida esa cantidad podría bajar considerablemente. En su anterior marcha del equipo 'blue', Roman Abramovich ya le obsequió con 22 'kilos' y un Ferrari. Mourinho elige finiquitar su contrato de esta manera para que en su currículum no figure ningún despido. Esta fórmula ya la eligió en el Real Madrid.
«Siento que mi trabajo ha sido traicionado», dijo el entrenador tras su última derrota, como si ya supiese que su futuro estaba lejos de Stamford Bridge. Mourinho se va con nueve derrotas en 16 jornadas de Premier y con un solo punto en los últimos tres partidos de la competición inglesa.