La tecnología en el fútbol, reclamada por unos y rechazada por otros, tendrá un peso importante la próxima temporada. La Liga Holandesa ha aprobado introducir un sistema de vídeo que permitirá a los árbitros tomar las decisiones correctas en cada momento. El proyecto, aprobado por la IFAB (órgano que rige las normas) hace unos días, aún necesita el sí de la FIFA, algo que no será un inconveniente.
La idea es similar a la de otros deportes como el tenis, aunque será llevada a cabo de una forma diferente. Dos árbitros, en los aledaños del estadio, visualizarán el partido en un monitor. En caso de que se produzca una jugada polémica, ya sea un penalti, un gol fantasma o un fuera de juego, se concederán unos segundos para que estos colegiados puedan observar con detenimiento lo acontecido. Al instante, compartirán su veredicto con el árbitro del encuentro gracias a un transmisor-receptor portátil.
El sistema, denominado Hawk Eye (ojo de halcón, como en el tenis), ya ha sido probado con satisfacción esta temporada. El objetivo es evitar que se den resultados injustos. Al mismo tiempo, la polémica que tantas opiniones suscita, desaparecería, y sólo el juego desplegado sobre el césped sería tema de debate.
En la página de la Liga Holandesa, Gijs de Jong, director general del organismo, mostró su satisfacción por la implantación de este nuevo sistema: “Ya era hora de usar este avance, hará del fútbol algo más justo y evitará que haya errores cruciales”. Sin embargo, no todos los organismos están a favor de esta medida. La UEFA prefiere apostar por los jueces de área como ha hecho en los últimos años, algo que no ha erradicado en absoluto las jugadas polémicas.
El ojo de halcón será utilizado en veinticinco partidos de la Copa Holandesa, según ha anunciado la propia Federación. El objetivo es evaluar costes y observar las consecuencias que pueda tener. La tecnología en el fútbol prosigue su avance.