La cantera del Barcelona atraviesa un agitado momento. El filial azulgrana está inmerso en los puestos de descenso a Tercera División y pese a que aún nutre de futbolistas al primer equipo, muchos han decidido marcharse. A otros no les ha quedado más remedio que hacerlo tras la decisión de la directiva. Y es que, tras cumplir la sanción de la FIFA, el Barça ha incluido en sus filas a 75 nuevos jugadores y ha rescindido el contrato a otros.
Grimaldo, Clavet, Ondoa, Babunski… todos han tenido que cambiar de rumbo. El último en abandonar el club ha sido Cantalapiedra. El delantero era el máximo goleador del filial y había atraído la atención de Luis Enrique, que contó con él para el partido de Copa del Rey ante el Villanovense. Hace tres días, sin motivo aparente, la dirección del Barcelona rescindió su contrato. Cantalapiedra se despidió en las redes sociales y dejó claro que su intención era mantenerse en el club. El futbolista, ahora, milita en el Villareal B.
Estas decisiones han provocado numerosas críticas hacia el técnico del segundo equipo del Barcelona, Gerard Moreno. Otros, como Aleix Vidal, prefieren señalar a los jóvenes futbolistas. El lateral, que hasta la apertura del mercado invernal no ha podido estrenarse, ha confesado en RAC1 que “si el club ha dado bajas es porque cree que es lo mejor para el equipo”.
El español ha ido más allá en su ataque y se ha puesto como ejemplo: “Si yo hubiera tenido la oportunidad que ellos han tenido de poder entrenar con el primer equipo estoy convencido de que no la habría desaprovechado”. “Hay chicos que a lo mejor no se han esforzado todo lo que se tendrían que esforzar y ahora se ven con una mano delante y otra detrás y se tienen que buscar la vida”.