Al concluir el encuentro de ida, Aduriz advirtió: “Está complicado, pero iremos al Camp Nou a por todas. Siempre hay opciones”. El equipo de Luis Enrique castigó en exceso al Athletic en el primer envite, pero los de Valverde salieron reforzados. Fueron mejores, pero la pegada de los blaugranas les privó de un resultado positivo. Con la confianza y la moral intactas, en sus rostros se reflejaba cara de revancha. La oportunidad se presentaba hoy, y tras el pitido se observó que la fórmula sería semejante.
Presión, intensidad y orden táctico. Pero no a la misma escala que en el duelo previo, donde el Barcelona aprovechó para salir a la contra. En esta ocasión el Athletic, consciente del peligro, no arriesgó en exceso. El dominio se dividió en el inicio. El Barcelona, profundo, lo intentaba con un balón a la carrera para Luis Suárez, que estuvo más lento que Laporte. En el bando contrario, Aduriz disparaba de volea y se topaba con el cuerpo de Rakitic.
Vermaelen, en una jugada a balón parado, veía cómo el colegiado le anulaba un tanto. Acertó el árbitro, pues el belga se apoyó en Mikel Rico para tomar impulso. Fue un susto pasajero del Barcelona, ya que con el transcurso de los minutos el Athletic se hizo con las riendas del encuentro. Y al minuto doce, refrendó su posesión con el primer tanto del encuentro. Aduriz, la insignia de Valverde, se vistió de mediocentro para asistir con un gran pase a Williams, que se desmarcó a la perfección y regateó a Ter Stegen antes de marcar con el exterior de su pierna derecha.
Primero Eraso, y después Susaeta, pudieron ampliar la ventaja. Las opciones del Athletic pasaban por hacer un buen partido y por esperar a que el Barcelona no estuviera fluido. Y ambas se aunaron. Con media hora cumplida, el equipo de Luis Enrique se hallaba en su área, cerrado, despejando los continuos centros del rival. Pero poco a poco, el cansancio hizo mella en los vacos y el conjunto azulgrana lo aprovechó para salir rápido.
Y en velocidad y desequilibrio nadie mejor que Neymar. El brasileño se hizo notar en ataque y pese a no rematar, su presencia en el área sembró pánico en el Athletic. Sobre todo cuando al filo del descanso el ‘11’ fue derribado en la frontal por Balenziaga. El árbitro, pese a que Neymar se plantaba sólo frente a Herrerín, mostró la tarjeta amarilla. La falta, que lanzó un errático Messi, se marchó deseada. El brasileño aún dispuso de otra ocasión antes del descanso, pero no acertó con su regate al meta del Athletic.
Otro partido tras el descanso
La tregua no le vino nada bien al Athletic, que lejos de coger fuerzas, pareció perder el ritmo y la intensidad. El Barcelona, al contrario, parecía reforzado. El conjunto de Luis Enrique, por fin encadenó posesiones largas con llegadas. Antes de que se cumpliera el minuto diez de la segunda mitad, el equipo local iba a colocar el empate en el marcador. Sergi Roberto, con una gran visión, metió un balón por alto a Messi, que se incorporó sólo y combinó con Suárez, que empujó el balón a la red.
El guion no cambiaba demasiado para el Athletic, que seguía con la necesidad de lograr el segundo tanto. Y por eso mantuvo su estilo y aguardó las ocasiones, que llegaron. La más clara de Sabin Merino, pero su disparo fue interceptado por Ter Stegen. Por momentos el equipo de Valverde pareció tomar de nuevo la iniciativa, pero fue un espejismo. El Barcelona, que había dormido el encuentro, se lanzó a por la victoria cuando restaban veinte minutos.
Neymar, Rakitic, Suárez… Todos dispusieron de claras ocasiones. El uruguayo, por cierto, pudo ser expulsado. Minutos después de recibir una tarjeta por introducir un balón en el campo, interceptó un pase con su brazo. El colegiado le perdonó la segunda. En cuanto al marcador, tuvo que ser Piqué, un central, el que pusiera el segundo y tranquilizara el ambiente de incertidumbre que reinaba en el Camp Nou.
El Athletic no bajó los brazos y siguió intentándolo, pero sin fortuna. El Barcelona, con más espacios, trató de hacer más herida sobre el rival. Y lo consiguió al borde del final. Neymar, tras dejar atrás a dos defensas, enganchó un zurdazo y el esférico se coló por la escuadra sin que Herrerín, protagonista en los minutos finales, pudiera hacer nada. No hubo tiempo para más. El Barcelona, con sufrimiento, cerró su pase a las semifinales de Copa y, tras la eliminación del Atlético, se erige como el principal candidato al título.