Moyá, sin demasiada responsabilidad (5). Regaló un córner tonto en la primera parte, pero poco pudo hacer en las jugadas de los goles.
Juanfran, sin mucho tino (5). Se resbaló cuando llegó a línea de fondo y no tuvo mucha continuidad en ataque. Sufrió a balón parado.
Filipe, sin recorrido (5). No se asoció por su banda como suele y en la jugada del tercer gol del Celta se vio superado por la llegada del lateral contrario.
Godín, siempre a un nivel muy alto (7,5). Se impuso en casi todos los duelos individuales y no se le puede achacar nada en los goles. Sacó su carácter para irse al ataque en varias jugadas.
Giménez, notable (7). Se atrevió a tirar un caño en la posición de extremo y no se complicó el defensa. Se impuso en la mayoría de las peleas.
Gabi, sin mando (4,5). Perdió en el salto del primer gol frente a Pablo Hernández. Erró algunos pases fáciles cuando el equipo ya estaba rendido y nunca tuvo demasiada llegada. Está más cómodo con Augusto.
Koke, muy discreto (4,5). Perdió varios balones y llegó a despesperar al Calderón. Se llevó algunos pitos, aunque también estuvo cerca de abrir la lata con un buen disparo al comienzo del partido.
Saúl, con altibajos (6). Fue de los mejores en la primera mitad, en la que casi logra un gol de bandera. En la segunda perdió el balón que terminó en el gol de Guidetti y no tuvo presencia en el juego, hasta que Simeone le cambio.
Carrasco siempre lo intenta (5,5). Peleó como siempre, pero tuvo un buen hueso con Hugo Mallo. Fue de más a menos. De sus botas salió el tiro que terminó en el 1-1.
Griezmann, cazagoles (6). Siempre está en el lugar correcto en el momento indicado en el área. Sin embargo, en la circulación quiso aportar, pero restó con pérdidas absurdas.
Vietto, un día gris. (4). Lo intentó siempre en la frontal del área, pero perdió en todas las situaciones de peligro. No tuvo presencia en los metros decisivos y se vino abajo en la segunda parte.
Simeone, superado por Berizzo (5). Intentó ser valiente, pero le dio opciones al técnico rival a jugar a lo que quería. En el duelo liguero, parecía imposible que el Celta pudiera superar al Atlético, pero esa relativa superioridad no se vio cuando el Celta renunció al balón. El cambio de Saúl es discutible, aunque Correa revolucionó el partido.
Correa otra vez deslumbra (8). Ha sabido reponerse del bache que pasó a mediados de temporada y vuelve a ser el futbolista que enamoró al Calderón al comienzo de temporada. Salió con muchas ganas, tiró una al larguero y marcó un tanto de muchísimo valor técnico. Simeone destacó su actuación en rueda de prensa.
Óliver, un cambio difícil de explicar (-). Entró con la eliminatoria perdida y no entró demasiado en juego.