lunes, septiembre 23, 2024
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El Barcelona presume de acierto ante un entregado Atlético

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Quizás media Liga no, pero el encuentro en el Camp Nou podía generar diferentes sensaciones. La de un Barcelona intratable, o la de un Atlético aspirante, pese a la negativa de Simeone a pensar en la lucha por el título. Por esa importancia, el ambiente era el de las grandes citas. Y el partido, de expectativas altas, no defraudó. La intensidad se palpó desde el arranque, sobre todo en los rojiblancos, que trataron de emular a Málaga o Athletic con una presión que impidiera a Piqué y Mascherano sacar con facilidad el balón desde atrás.

Y lo lograron tras acumular muchos hombres en zona de tres cuartos de campo. Saúl fue el primero en advertir a los azulgranas, con un gran disparo desde la frontal que obligó a Bravo a realizar una gran intervención. Tras cinco minutos de asedio, el Barcelona trató de reaccionar y combinó cerca del área rival. Sin embargo, el Atlético también parecía cómodo encerrado. Y con el balón, el juego de los de Simeone era muy directo. En torno al minuto diez, una buena acción de Saúl iba a propiciar el primer tanto. El mediocentro, tras una gran acción por la banda diestra, colgó un buen balón al área. Griezmann, en el primer palo, no logró alcanzar el esférico, pero Koke, que esperaba atrás, golpeó de primeras para batir al chileno.

Eran los mejores minutos del Atlético, que se atrevía a disputarle la posesión al Barcelona. Augusto pudo ampliar distancias pero su disparo desde la frontal se marchó desviado a escasos centímetros del poste derecho de la portería. Pero poco a poco, los blaugranas se despojaron de la presión y encontraron esa fluidez de la que habían carecido en los primeros compases. No obstante, primaba la igualdad. Alcanzada la media hora de encuentro, Luis Suárez, tras un gran pase de Iniesta, disparó casi sin ángulo, y obligó a Oblak a intervenir.

El Barcelona comenzaba a sembrar peligro y dos minutos después llegó el empate. Neymar recibió al borde del área y conectó con Alba, que llegaba lanzado por la izquierda. El lateral, tras un amago, levantó la cabeza y asistió a Messi, que a escasos metros y rodeado de varios rivales no falló. El gol no afectó a la moral de los visitantes, que por medio de Griezmann pudo ponerse de nuevo por delante. Pero el que exhibió pegada fue el Barcelona. Alves metió un buen balón largo para Suárez. El uruguayo le ganó la espalda a Giménez, protegió el balón, y batió por debajo a Oblak.

Pese a su buen partido, el Atlético marchaba por debajo. Y el equipo de Luis Enrique comenzaba a dar síntomas de evidente mejoría. No hubo tiempo para más ataques, pero sí para que el colegiado expulsara a Filipe Luis al filo del descanso. El lateral, en el centro del campo, metió en exceso la plancha y golpeó en la rodilla a Messi. El árbitro le mostró la tarjeta roja y con esa decisión concluyó la primera mitad.

Se preveía una difícil papeleta para los colchoneros, pero la inferioridad numérica no fue un impedimento para sus aspiraciones. El Atlético trató de mantener la fórmula, aunque con un hombre menos en la medular, ya que Gabi fue el sacrificado por la expulsión de Filipe. Carrasco mostró un día más su enorme desequilibrio. Encaró continuamente y en un derroche físico se plantó en el área rival después de haber arrancado en su propio campo. Sólo Piqué evitó que se plantara ante Bravo.

Pero la mejor ocasión para los rojiblancos se produjo en el minuto 56. El mencionado extremo sacó un centro perfecto para Griezmann. El francés, sin la oposición de Piqué y Mascherano, golpeó al instante pero Bravo, con algo de fortuna, interceptó el balón con los pies. Simeone animaba a los suyos, consciente de que habían tomado el rumbo correcto. Sin embargo, una imprudencia de Godín iba a acabar por completo con cualquier esperanza del Atlético. El central llegó tarde en una entrada a Suárez y recibió la segunda tarjeta. El técnico visitante retiró a Griezmann y dejó mermado el ataque.

Dominio ante nueve

Ahí el dominio azulgrana ya fue completo. Con nueve futbolistas, el equipo madrileño apostó por resistir el marcador y tratar de sorprender con alguna contra. Sin embargo, la posibilidad de salir rápido sin apenas efectivos era escasa. Y para colmo, Augusto, sólo, se lesionó en la rodilla. El reciente fichaje, que cuajó un buen partido, tuvo que abandonar el césped en camilla. Simeone incluyó a Thomas, con físico y llegada para tratar de dar un giro a la situación.

Luis Enrique introdujo a Arda Turán y Sergi Roberto para mantener su dominio. El Atlético fue incapaz de generar más peligro. Los azulgranas rodearon el área del rival y combinaron, pero sin lograr un gol que aportara una mayor tranquilidad. Los rojiblancos, lejos de rendirse, mantuvieron una firme defensa y realizaron un desgaste notorio en un claro ejemplo de competitividad. Carrasco provocó una falta al filo del final, y hasta Oblak subió para intentar rematar. Pero Bravo se hizo con la pelota.

Sin brillar en exceso, el equipo de Luis Enrique volvió a conseguir un importante triunfo que le deja en una posición envidiable: como líder indiscutible con tres puntos de ventaja sobre el Atlético, y con un partido menos. El Madrid, que jugará mañana ante el Espanyol, podría ponerse a un punto de sus vecinos.

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