Oblak, inédito (-). No pudo hacer nada en el gol de Koke. Más allá de esa jugada, no tuvo oportunidades para mostrar su valía porque el Eibar no volvió a disparar a puerta.
Gámez, un gran hombre de equipo (7). Subió por la banda incluso en la primera parte, cuando muchos de sus compañeros ni se habían desperezado. No concedió ocasiones en defensa.
Lucas, de menos a más (6). Empezó el partido con mucha timidez, pero poco a poco se animó y demostró que tiene claridad para tocar en posiciones de extremo.
Saúl, protagonista para lo bueno y para lo malo (5). Regaló el tanto del Eibar en una acción horrible, pero supo rehacerse y marcó un gol de cabeza. Dio la cara en una posición que ya no es la suya y eso es digno de admirar, aunque difícilmente volverá a jugar ahí.
Giménez, siempre firme (7). No tuno ningún problema porque los delanteros armeros buscaron más el perfil de Saúl. Se impuso en todas las disputas y marco un gol por pura fe en el remate.
Gabi, sin sobresaltos (5,5). Se limitó a aportar equilibrio a los suyos. No tuvo mucho peso en la circulación ni se sumó al ataque.
Thomas, un pequeño paso atrás (5). Perdió algunos balones en conducciones en el centro del campo. Le costó entrar en juego y fue señalado por Simeone en los primeros cambios.
Koke, un guante (6,5). Su participación en el juego corrido fue poco trascendente, más allá de lo que aportó en la presión, pero sus saques de esquina le dieron el triunfo a los suyos. Demostró polivalencia a la hora de jugar en el doble pivote un rato y por delante de ellos durante la mayoría del partido.
Carrasco, chispa (6,5). Dejó detalles de muchísima calidad. Aportó cambio de ritmo y disparos con peligro cuando su equipo no dominaba con claridad. El Calderon le despidió con una ovación que solo ofrece a los cracks.
Correa, detalles de clase (6). Lo intentó constantemente y disfrutó de alguna ocasión, pero no tuvo demasiada suerte. Tuvo problemas para fijar a los centrales del Eibar.
Griezmann, ausente (5). Solo aportó un tiro que se fue desviado en los primeros minutos. No se asoció demasiado con sus compañeros y en ningún momento ejerció de líder.
Simeone, una reacción a la altura (8). No supo motivar a los suyos de cara a los primeros minutos, pero cuando se vio por detrás en el marcador reaccionó a tiempo. Con el 2-1 buscó el tercero con insistencia, lo que permitió que su equipo no sufriera y que Torres marcase su ansiado tanto.
Óliver, por el buen camino (6). Tras varios partidos sin alma, el canterano entró al campo con ganas de pedir el balón. Lo aguantó bien y aportó toques de imaginación.
Vietto, más '9' que Correa (6). Supo mantener bien el balón en el juego de espaldas, como reconoció su entrenador en rueda de prensa, y aportó pausa a los suyos. También dio profundidad al fútbol colchonero y asistió a Torres en su tanto.
Torres, con muchísimas ganas (8,5). Salió a comerse el césped y logró su gol número 100 con la camiseta del Atlético de Madrid. Marcó un tanto de delantero puro en el tiempo de descuento, pero también tuvo un mano a mano y un disparo desde la frontal. Supo crear ocasiones gracias a su gran velocidad.