El Real Madrid dejó cerrada la eliminatoria de octavos de final de la Champions en el partido de ida, pese a que la Roma mereció mucho más. Los blancos ganaron gracias a su gran pegada y sentenciaron la eliminatoria en los últimos minutos cuando su rival intentó empatar y dejó más huecos.
Cristiano calló muchísimas bocas con un golazo impresionante en el momento más delicado del partido. Decían que no marcaba fuera de casa y que no aparecía en los momentos difíciles, pero este miércoles el Madrid hubiese tenido un grave problema en el Olímpico de Roma sin CR. Con igualdad en el marcador, el '7' fue el único que dio la cara en el ataque blanco, mientras que Benzema se escondía.
El Madrid sufrió muchísimo con la velocidad de Salah y El Shaarawy. Intentó dominar el balón y logró tener más posesión que el conjunto italiano, pero dejó muchísimas facilidades. Da la sensación de que cualquiera les puede crear ocasiones con muy poco y que si el rival hubiese sido el Bayern o el Barça el encuentro podía haber acabado en tragedia para la entidad merengue.
Zinane no sorprendió a nadie y apostó por el que en las últimas semanas se ha convertido en su once tipo con Bale y Pepe lesionados. No importó que James y Marcelo estuvieran tocados, puesto que el francés tiene muy claro que su futuro pasa por la Champions. Sin embargo, Spalletti protegió a De Rossi y dejó en el banquillo porque volvía a la lista tras una lesión. Además, Dzeko tampoco fue titular en el inicio y la Roma saltó al campo sin un punta de referencia para tener más presencia en el centro del campo.
La idea del Madrid era la de tener el balón y someter por completo a su rival desde el primer minuto, pero se encontró con la cruda realidad de la Champions nada más empezar el partido. El equipo romananista no está entre los favoritos para levantar 'la Orejona', pero en Europa nadie regala nada ni da tantas facilidades como el Sporting o el Espanyol.
Por eso, la primera parte tuvo fases de domino alterno con la clara sensación de que los locales estaban mucho mejor asentados en el terreno de juego. Salah era una pesadilla en cada acción y creaba verdaderos problemas con su velocidad siempre que conseguía entrar en contacto con el balón. Marcelo tenía muchísimos problemas para defender, pero en ataque también era un puñal para Florenzi, gracias a sus combinaciones con Isco. Por momentos, solo se jugaba por ese costado, aunque no terminaban de llegar los disparos a puerta.
Muchos nervios antes del gol
Varane y Ramos estaban inmensos y corregían constantemente a sus compañeros que daban demasiadas facilidades en los costados y en el centro del campo. Salah y El Shaarawy estuvieron varias veces muy cerca del mano a mano, pero solo las intervenciones de los centrales permitieron que Keylor se fuera prácticamente inédito al descanso. Perotti también la tuvo en una acción en la que remató al palo corto, pero el balón se fue alto y sin mucha potencia.
Por parte madridista, Cristiano estaba muy activo y se ofrecía siempre, mientras que Benzema y James no participaban en el juego. De hecho, la única acción de verdadero peligro de la primera mitad la protagonizaron Cristiano y Marcelo. El portugués metió un buen pase picado y el lateral la cruzó con un voleón, pero su remate salió por encima de la portería por muy poco.
Además, al comienzo de la segunda parte, el panorama no cambió demasiado y El Shaarawy se plantó en el mano a mano gracias a un pelotazo, pero Keylor estuvo rápido en la salida y llegó al balón antes de que exmilanista pudiese disparar. Por momentos, parecía que el Madrid no tenía forma de meterle mano al partido, pero Cristiano apareció cuando su equipo más lo necesitaba para meter un golazo impresionante. El luso aprovechó un pase de Marcelo en posición muy ajustada para recortar con un taconazo marca de la casa a Florenzi y cruzar el balón a la escuadra contraria con una potencia terrible. El goleador se abrazó con Zizou para celebrar el tanto en un claro mensaje a Benítez, pero el francés tenía mucho más motivos para mostrar ese cariño al hombre que le sacó de una situación muy difícil.
Con el gol, el partido enloqueció y los dos equipos tuvieron varias oportunidades para marcar. Vainqueur lo intentó con un disparo desde la frontal que salió muy cerca del poste y Dzeko mandó un remate desde una posición escorada al lateral de la red. No obstante, los blancos tuvieron dos llegadas todavía más claras para cerrar la eliminatoria. Cristiano cabeceó un gran centro de James en el segundo palo, pero el balón de paseó a pocos centímetros de la línea de gol, sin llegar a entrar. Asimismo, otro testarazo de Benzema pegó en Digne cuando la pelota llevaba camino de gol.
Finalmente, el árbitro se tragó un clarísimo penalti por una patada de Carvajal a Florenzi. El madridista llegó muy tarde al balón y los jugadores de la Roma se comieron al colegiado, pero la suerte esta noche estaba de cara de los madridistas. Poco después, Jesé aprovechó que la defensa reculó ante él para entrar en el área y cruzar el balón con un disparo raso. Szczesny se estiró, pero no pudo llegar a la cepa del poste.
AS ROMA: Sczesny; Florenzi (Totti, min.86), Manolas, Rudiger, Digne; Vainqueur (De Rossi, min.77), Nainggolan; Salah, Pjanic, Perotti; y El Shaaraway (Dzeko, min.63).
REAL MADRID: Navas; Carvajal, Ramos, Varane, Marcelo; Modric, Kroos, Isco (Kovacic, min.64); James (Jesé, min.82), Benzema y Cristiano (Casemiro, min.89).
Goles
0 – 1, min.58, Cristiano Ronaldo.
0 – 2, min.85, Jesé.
Árbitro: Pavel Kralovec (RCH). Amonestó con tarjeta amarilla a Varane (min.62) y Ramos (min.85) en el Real Madrid.