Las hipotéticas cuentas en torno a los puntos que distancian al Barcelona de sus perseguidores se han acabado. El Barcelona encabeza la tabla, con el Atlético a seis puntos y el Real Madrid a siete, tras derrotar al Sporting en el duelo que tuvo que aplazarse por la disputa del Mundialito de Clubes. Tras la Copa y ante la inminente llegada de la Champions, este miércoles se presentaba el único hueco en el apretado calendario. Y los de Luis Enrique, a lo suyo, cosecharon su séptimo triunfo liguero consecutivo.
Las intenciones de ambos conjuntos se vislumbraron desde el inicio. El Sporting se echó atrás, sin intención alguna de desgastarse en la presión. Una fórmula arriesgada que dejaba en manos del Barcelona el devenir del encuentro. Los azulgrana asumieron sin problema el mando del partido y dominaron, aunque sin generar excesivo peligro. Los delanteros, con menos desequilibrio que ante el Celta, no probaron a Cuéllar hasta el minuto veinte. Neymar asistió a Suárez, pero el uruguayo, menos fino que en otras ocasiones, erró el mano a mano.
Tres goles en cinco minutos
Antes había avisado el equipo de Abelardo González, con una contra bien llevada. Halilovic, jugador en propiedad del Barcelona, asistió a Menéndez, que remató justo antes de caer al suelo. Su disparo se marchó muy cerca del palo izquierdo de la portería de Claudio Bravo. Sin embargo, las esperanzas de los locales se desvanecieron en cuanto emergió la magia individual de Messi. El argentino bordeó el área rival hasta encontrar posición de disparo. Y con su zurda, desde la frontal, no falló.
Era el minuto 25 y el escenario se presentaba poco augurador para los rojiblancos. Pero los mejores minutos de la primera mitad estaban por llegar. El Sporting no bajó los brazos y reaccionó de inmediato, de nuevo con una contra que ejecutaron con una solvencia de admirar. Pablo Pérez abrió a la izquierda para Menéndez, que colgó un balón raso al segundo palo, donde llegaba desde atrás Carlos Castro para lograr la igualada.
Estalló el éxtasis en El Molinón, un griterío que se apagó a los cinco minutos, cuando Messi, a la media hora de duelo, surgió de nuevo entre la multitudinaria defensa del Sporting. El argentino envió un balón picado para Suárez, que retuvo el esférico sobre la línea de fondo, para después retrasarlo a Messi, que liberado de su marca volvió a poner distancia de por medio en el marcador.
Eran los mejores minutos del equipo de Luis Enrique, que llegaba sin oposición al área rival, y ahí empezaba a encontrar espacios. Neymar, algo desafortunado en los primeros compases, causó el pánico con un disparo que se topó con el larguero. Después el brasileño volvía a insistir con un remate cruzado. El Sporting no supo contrarrestar el dominio azulgrana y no logró armar una contra más. Lo mejor para el equipo de Abelardo fue el pitido del colegiado, que frenó el empuje del Barcelona.
Dominio azulgrana
Tras el descanso, se apreció a un Barcelona insistente, consciente de que la mejor forma de evitar un postrero susto era sellar cuanto antes el triunfo. Piqué fue el primero en intentarlo, con una chilena tras un saque de esquina. Su disparo, centrado, lo atrapó Cuellar. El Sporting se encomendó a la suerte, y se cerró atrás, con vistas a que su rival no mostrara la determinación de las últimas jornadas. Una hipótesis un tanto descabellada, que perdía fuerza con cada llegada del Barcelona.
Suárez, tras un buen pase de Messi, disparaba desviado. Los locales sólo se mostraron por medio de Halilovic, que reclamaba un penalti inexistente. Sí hubo pena máxima en el otro área. Neymar fue derribado por Cuéllar y el árbitro no dudó a la hora de tomar la decisión. El uruguayo asumió la responsabilidad tres días después del polémico y atractivo penalti ‘a lo Cruyff’. Esta vez Suárez se dejó de inventos y remató directo, pero de nuevo se topó con Cuellar.
Al fin Suárez
Cerca del minuto 70, y tras varios intentos, el ariete azulgrana se tomó la revancha. Y de qué manera. El uruguayo recibió en el área, escorado a la derecha. Se acomodó y con la zurda colocó el esférico en la escuadra derecha del guardameta del Sporting. La incertidumbre se acabó y el Barcelona puso fin al ‘plan’ del equipo rojiblanco, que no mostró intención alguna de tratar de revertir el resultado.
Todo lo contrario, el Sporting, sabedor de cómo castiga el equipo catalán a sus rivales en los últimos minutos, se cerró atrás y mantuvo su estrategia con el único fin de no recibir más tantos. Abelardo introdujo a Barrera y Jony, para aportar algo de frescura, pero no hubo más opciones a la contra. Luis Enrique dio minutos a Bartra y a Mascherano. El Barcelona dispuso de reiteradas ocasiones para ampliar el marcador, pero nadie fue capaz de mover el 1-3. Con este triunfo los azulgrana acrecientan su dominio en la Liga.