Desde hace un mes, se respira un aire muy distinto en el Mini Estadi. El Barça B acabó la primera vuelta en posiciones de descenso en el grupo III de Segunda B. Todo el mundo cuestionaba al técnico, Gerard López, por la marcha del equipo, pero en esta ocasión la directiva azulgrana no decidió tirar por el camino fácil y en lugar de echar al entrenador busco salida a media plantilla.
El filial incorporó a nueve futbolistas nuevos en el mercado de invierno y no conoce la derrota en lo que va de segunda vuelta. De hecho, hasta la jornada de este sábado, suma cinco victorias consecutivas.
El equipo ya está consolidado en la zona media de la tabla y puede soñar incluso con llegar a los puestos que dan acceso al playoff de ascenso, algo impensable en los últimos meses. En cualquier caso, el avance del equipo no se debe exclusivamente a los fichajes, puesto que los futbolistas que ya estaban en el equipo también han cambiado la mentalidad.
Para ello, el recién llegado Rafael Giménez Jarque, ‘Fali’, que fue cedido desde el Nastic de Tarragona, ha aportado un punto indispensable en el plano de la motivación. “Tengo 22 años y 2 hijos… al que no corra, le rajo”, les dijo a sus compañeros nada más entrar al vestuario, según Mundo Deportivo.
Desde entonces, este futbolista valenciano se ha convertido en un fijo en el centro de la defensa. Ha disputado todos los minutos de titular y ha visto dos amarillas en siete partidos. Por lo que parece, su sueño de vivir durante muchos años del fútbol coge todavía más fuerza por su protagonismo en el Barça B, aunque volverá a Tarragona, donde finaliza contrato en junio de 2017.