El año pasado, el Día Internacional de la Mujer no llegó en un buen momento para el Betis, puesto que semanas antes Rubén Castro, procesado por violencia de genero, fue jaleado desde la Grada Sur del Benito Villamarín con unos cánticos muy desafortunados. “Rubén Castro alé, Rubén Castro alé, no fue tu culpa, era una puta, lo hiciste bien”, gritaron algunos béticos.
Además, aquel 8 de marzo el goleador compareció ante los medios y se negó a desaprobar estos gritos machistas. “Esta afición, esta gente, con la que conecto muy bien, sólo trata de animar y apoyar siempre a sus jugadores. Yo les doy las gracias”, señaló para justificar la actuación de los aficionados.
Por su parte, el Betis tardó en condenar estos gritos, aunque finalmente su entonces presidente Juan Carlos Ollero dijo que este tipo de actitudes iban en contra del beticismo. En cambio, un año después el club quiso limpiar su imagen en la jornada de este 6 de marzo, dos días antes del Día Internacional de la mujer.
Para ello, los futbolistas lucieron una camiseta de franjas verdes y rosas. Además, crearon el “día de la mujer bética” e hicieron que el partido frente al Granada se convirtiera en una fiesta dirigida a ellas. Sin embargo, entre tanto homenaje a la mujer, solo se les ocurrió mostrar el dorsal de Rubén Castro para promocionar la nueva camiseta.
¡Ya estamos en el Villamarín! ¡Vamos, @RealBetis! pic.twitter.com/srEB0fv7pJ
— Real Betis Balompié (@RealBetis) 6 de marzo de 2016
El delantero está inmerso en un proceso judicial en el que se le acusa de cuatro delitos de maltrato y un quinto delito de amenazas leves hacía su exnovia por lo que podría sufrir una pena superior a los dos años de cárcel. Además, la Audiencia Provincial de Sevilla amplió los cargos contra el jugador en febrero de 2016 y también le investiga por agresiones sexuales y un delito de maltrato continuado.
Según el auto del caso, la mujer y los testigos le acusan de propinarle“una patada en el estómago” o causarle “un hematoma en el ojo izquierdo” a la víctima. Además, existen indicios para creer que existió “uso de la violencia como método de imposición y de sometimiento de la voluntad ha sido reiterado y no aislado”. El futbolista también habría cogido a su exnovia “fuertemente por el cuello por no enseñarle el móvil”.