Roger Federer ha destapado que los tenistas están más o menos expuestos a los controles antidopaje según en qué ciudad estén alojados. Como prueba, el tenista suizo ha mencionado la enorme diferencia entre asentarse en su ciudad natal o en Abu Dhabi. “Llevo diez años viviendo en Dubai y sólo me han hecho un control antidoping, eso no está bien”. Palabras que han generado controversia, ya que los mejores jugadores del circuito son los que más perseguidos suelen estar.
“En Suiza me controlan más porque el chico que hace los test vive en mi pueblo. Él vino a verme el día después de que me operaran”, comenta en forma de anécdota el tenista de Basilea, en el periódico digital suizo ‘The Local’. Federer ha reclamado igualdad en este aspecto: “Quizá en algunos países los test no se hacen de forma tan seria como en Suiza. Me gustaría ver esto mismo, de la misma forma en todo el mundo, para que fuera justo”.
Sin embargo, Federer cree que el tenis ha evolucionado en cuanto a la vigilancia en el dopaje: “El tenis está haciendo cada vez más y más cosas. Está mucho mejor que en el pasado ya que el programa antidopaje es mayor y más fuerte”. Los jugadores más relevantes son precisamente los que más controles solicitan. Nadal pidió que se publicara su pasaporte biológico para defenderse de las acusaciones de dopaje, y el número tres del mundo ha apoyado “que puedas ser castigado retroactivamente”. Es decir, se muestra a favor de que las pruebas de sangre se mantengan guardadas hasta diez años después para identificar ciertas irregularidades.
La última castigada por dopaje ha sido María Sharapova. La rusa tenía que comparecer este miércoles ante el Tribunal Antidopaje de Londres, y antes de que finalice el mes de junio se conocerá definitivamente su sanción. La siberiana dio positivo por meldonium en el Abierto de Australia y desde entonces no ha vuelto al circuito, ni se ha conocido cuándo podrá hacerlo.
Federer también se encuentra apartado del circuito, aunque por motivos diferentes. El suizo tan sólo ha disputado cuatro eventos en 2016, debido a problemas en su rodilla. Cuando se recuperó, regresaron sus molestias en la espalda. Renunció al Mutua Madrid Open y en Italia compitió sin ninguna garantía. El número tres del mundo se encuentra ya en París, donde se ha ejercitado este miércoles. Entrenará varios días más antes de decidir si disputa finalmente Roland Garros.
Alberto Puente