Ter Stegen, solvente (6,5). El Sevilla dominó el encuentro en muchas fases, pero apenas puso en aprietos al alemán. Siempre que se le requirió, respondió con éxito. Sobre todo en la primera mitad.
Alves, suficiente (5.5). El lateral se abrió en ataque y cumplió en defensa. No tuvo un papel destacado en la final. Fue uno de los pocos de su equipo que disparó en la primera mitad.
Piqué, imperial (9). El español no dio ninguna opción a los atacantes del Sevilla. Ganó todos los duelos individuales ante Iborra o Gameiro. Cubrió a los laterales. Por arriba también lo ganó todo.
Mascherano, superado (4). El central arrancó seguro, muy rápido al cruce. Sin embargo, al filo del descanso, Gameiro le ganó la posición y el argentino le agarró. Fue expulsado justamente.
Alba, el héroe (7). Su gol en la prórroga dio el doblete al Barcelona. Antes, había el español había estado rápido atrás, pero sin trascendencia en la zona ofensiva.
Busquets, el enganche (8). El mediocentro sostuvo al equipo tras la expulsión de Mascherano. Presionó cuando fue necesario, y defendió cuando más lo necesitaba al equipo.
Rakitic, sin trascendencia (5). El croata contribuyó a la transición de balón, pero sin presencia en la zona ofensiva. Fue sustituido en el descanso tras la roja que recibió su compañero.
Iniesta, el oxígeno (9). En el español surgió en los momentos más delicados de los azulgranas. Tomó el esférico y lo aguantó para dar aire al equipo. Desequilibró y fue una amenaza para la zaga rival.
Neymar, de menos a más (7,5). El brasileño estuvo desaparecido durante gran parte del duelo, pero tras la marcha de Mariano, creció. Provocó la expulsión de Banega y su rapidez causó problemas a los andaluces. Anotó el gol de la tranquilidad en la prórroga.
Messi, decisivo (9). El argentino no se escondió. Dispuso de buenas ocasiones a balón parado, pero su rol fue más de asistente. Sus balones a Alba y Neymar decantaron la balanza a favor del Barcelona.Muy participativo.
Suárez, lesionado (6). Creó al inicio la mejor oportunidad del Barcelona. Cuando su equipo se quedó con diez, el fue la única referencia y le costó entrar en juego. Unas molestias le obligaron a abandonar el césped entre lágrimas.
Luis Enrique, con fortuna (6,5). Arriesgó en exceso al retirar a Rakitic, aunque el equipo sobrevivió. La propuesta de jugar a la contra fue efectiva. Tras la expulsión de Banega se crecieron.
Mathieu, firme (6). El francés cumplió con creces. Hasta salió rápido al ataque a la contra. No le vino grande la cita.
Rafinha, control (6). Era un duelo importante, pero supo aportar estabilidad al equipo. No cometió ningún error.
Roberto, sin tiempo (-). El técnico le sacó al término de la prórroga para arañar segundos al cronómetros.
Alberto Puente