martes, septiembre 24, 2024
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La mala leche de Cristiano salva a Portugal del ridículo

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Cristiano Ronaldo tiene un carácter muy especial. La estrella del Real Madrid siempre es doctor Jekyll y mister Hide porque su ego le hace llegar más alto que a ningún otro, pero también hundirse de forma muy especial. Tras sus fallos frente a Austria e Islandia, el luso volvió a sacar sus malas pulgas para lanzar a un lago un micrófono de un periodista por la mañana. Pero por la tarde aprovechó su enfado contra el mundo para tirar del carro de su selección.

Portugal se vio por detrás del marcador frente a Hungría en tres ocasiones y en las tres apareció Cristiano para igualar el encuentro. CR7 asistió a Nani en el primer tanto y metió dos goles de bandera, especialmente el primero de ellos con un taconazo mágico. El capitán de esta selección enfureció y juró en arameo después de cada gol magiar, pero esta vez canalizó esa ira para derribar todos los muros futbolísticos.

Pese a todo, ni el mejor Cristiano logró consumar la remontada ante Hungría porque se encontraron a un rival muy acertado que penalizó a la perfección los continuos errores de la defensa del país vecino. Portugal pasa como tercera de grupo y se medirá a Croacia en octavos de final, mientras que Islandia jugará frente a Inglaterra y Hungría se las verá con Bélgica, Suecia o República de Irlanda.

Fernando Santos apostó por el mismo once que no fue capaz de superar a Austria, con la única novedad de Eliseu en el lugar de Guerreiro. Sin embargo, la selección lusa entró al encuentro mucho peor que en los últimos dos encuentros. Portugal estuvo muy nerviosa en los primeros minutos y por eso Hungría disfrutó de las mejores ocasiones.

Szalai dio el primer aviso y antes de llegar a los 20 minutos Gera adelantó a los de Bernd Stork. El centrocampista de 37 años se encontró un balón suelto en la frontal y sacó un derechazo ajustadísimo. Rui Patricio no pudo hacer nada para evitar el tanto y su equipo terminó de convertirse en un flan en los minutos posteriores.

Hungria tuvo muchas opciones para matar

De hecho, Hungría pudo hacer el segundo en uno de los numerosos despistes de la zaga portuguesa, aunque Elek envió el balón al cuerpo del portero en el mano a mano. El mediapunta húngaro partía de una posición de fuera de juego, pero esa jugada era solo un síntoma más de que Portugal estaba al borde de la esquizofrenia.

Cristiano no paraba de hacer gestos con los brazos para dirigirse a sus compañeros, pero sus disparos de falta no creaban ningún tipo de complicación a Kiraly. Sin embargo, la estrella madridista vio con el paso de los minutos que el balón no llegaba al área en buenas condiciones y decidió dar un paso atrás para involucrase en la creación. El ‘7’ metió un paso perfecto a Nani y el delantero definió al palo corto. El portero del pijama no estuvo muy afortunado y el partido volvió a comenzar de nuevo a pocos minutos del descanso, mientras que en otro encuentro del grupo, Islandia llegaba al intermedio con ventaja, con lo que conseguía la primera plaza de forma momentánea.

Por eso, Santos decidió quitar a Moutinho del terreno de juego para meter a Renato Sanches porque el centrocampista del Mónaco no aportaba ninguna claridad al juego. No obstante, el equipo luso se encontró una segunda bofetada, cuando todavía no había tenido tiempo para asentarse en el campo. Dzsudzsak lanzó una falta que pegó en la barrera y confundió por completo a Rui Patricio, que tampoco estuvo muy rápido en la rectificación.

Asimismo, Hungría volvió a tener una oportunidad clara que terminó en el lateral de la red, pero en la siguiente jornada Cristiano Ronaldo volvió a reestablecer las tablas. Joao Mario centró desde la banda derecha y CR7 remató sobre la marcha con un taconazo cruzado, ante el que nada pudo hacer Kiraly.

El delantero lo celebró a lo grande, pero Hungría volvió a borrar su sonrisa de la cara rápidamente. Dzsudzsak cogió el rechace de una falta que él mismo lanzó, disparó desde la frontal del área y el balón tropezó en Nani para llevar el balón muy lejos del alcance de Rui Patricio. El cabreo de Cristiano en ese momento fue mayúsculo, pero muy poco después el capitán volvió a marcar con un cabezazo impecable, tras un centro medido de Quaresma que acababa de ingresar en el terreno de juego. El partido en la segunda mitad era una auténtica locura y Hungría pudo volver a adelantarse acto seguido, pero el remate de Szalai en una llegada clarísima pegó en el poste y salió lejos de la portería.

Mientras todo esto ocurría, Austria empataba en el otro encuentro y eso enviaba a Portugal al lado ‘feo’ del cuadro. Pese a todo, la intensidad del fútbol luso bajó mucho en los últimos instantes, aunque Cristiano y Quaresma lo intentaron hasta que los dos equipos firmaron un pacto de no agresión en los últimos minutos.  Por el contrario, en el otro partido del grupo hubo pelea hasta el final e Islandia marcó el gol de la victoria en el último suspiro. 

Felipe Poza

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