España llega al partido frente a Italia en medio de unas sensaciones contradictorias tras su derrota frente a Croacia en la última jornada de la fase de grupos. ‘La Roja’ no deja de ser favorita, pero el optimismo en torno a su futuro se ha reducido mucho, después de no conseguir el acceso a la parte, a priori, más sencilla del cuadro.
Italia tampoco logró ganar en su tercer encuentro en Francia 2016, aunque en su caso el tropiezo se debió más a la relajación y su empeño en economizar fuerzas de cara a este choque. Todos los defensas de ‘la Azzurra’ llegan apercibidos de sanción, pero seguro que a estos ‘veteranos de Vietnam’ nada les frenará si tienen que hacer una falta táctica.
Morata se enfrentará a sus tres excompañeros de la Juve en un duelo de maestros contra aprendiz, pero la mayor parte de la atención de este encuentro se desviará hacia los banquillos. Conte abandonará el banquillo de Italia para irse al Chelsea tras la Eurocopa, mientras que Del Bosque todavía se hace el remolón a la hora de hablar de su futuro.
De hecho, el salmantino prefiere vivir las horas previas al choque de octavos sin evaluar la opción de que éste puede ser su último encuentro como seleccionador nacional. “No tengo ningún pensamiento, solo tengo el pensamiento de seguir, intentar hacerlo lo mejor posible”.
La racha reciente contra una larga historia
Además, parece que Del Bosque tiene más dudas que nunca a la hora de continuar en su cargo de cara al Mundial 2018.“Venía pensando en el coche que en septiembre empezamos la clasificación para el Mundial. Pase lo que pase, España tendrá que seguir pensando en la fase de clasificación, es el futbol, y la propia vida, conmigo o sin mí”.
Por otra parte, en cuanto al análisis riguroso del partido se refiere, el técnico cree que “no hay grandes diferencias, a priori” entre los dos equipos, a pesar de que España cuenta con futbolistas mucho más reconocidos a nivel Mundial. Del Bosque considera que Italia es “un equipo muy sólido”.
Pese a todo, Del Bosque cree que no es el momento de pensar en fantasmas del pasado, ya que “hemos tenido una fiabilidad grande” en los últimos tiempos. España lleva diez años sin perder en una eliminatoria de una gran competición (más allá de la Copa Confederaciones) y llega con mucha más confianza que en aquel triste encuentro que pasará a la historia por el famoso codazo de Tassotti y el fallo de Julio Salinas.
Por su parte, Italia viene con la sensible baja de Antonio Candreva y sin grandes estrellas, pero con una fe ciega en el sistema de juego impuesto por su entrenador. En resumen, el gen ganador de Italia sigue más vivo que nunca, por lo que cualquier fallo de ‘la Roja’ se penalizará muchísimo. Los futbolistas ya saben que tendrán un hueso duro de roer, puesto que empataron en marzo frente a ellos en el último amistoso en el que se enfrentaron.
Felipe Poza