Francia derrotó a Alemania en un partido en el que supo explotar mucho mejor sus virtudes y se citó con Portugal en la gran final de su Eurocopa. El duelo entre la anfitriona y la campeona del mundo fue todo un duelo de estilos en el que las dos tuvieron muy claro su plan, pero el juego francés se mostró mucho más efectivo.
En la historia del fútbol, se han dado muchos cambios de tendencia y de estilos de juego dominantes. Hasta hace muy poco, con los triunfos del Barcelona, España y Alemania parecía que el tiki-taka era la auténtica perfección y que nada podría destronarlo, pero el Atlético de Madrid y Francia han demostrado que todo veneno tiene su antídoto y los estudiosos ya han encontrado la forma de contrarrestar el juego de toque eterno.
En el deporte rey generalmente gana el equipo que menos errores tiene y Francia salió a no cometer ninguno y supo sufrir cuando le tocó. Apretó en arreones físicos en los primeros minutos y después se pertrechó bien atrás a la espera de que su rival mostrara alguna debilidad. Schweinsteiger le regaló el primero a los galos y a partir de ahí todo fue coser y cantar.
No obstante, nada de todo esto sería posible sin el concurso de Antoine Griezmann, un futbolista extraordinario que ha conseguido que dos equipos repletos de soldados lleguen a las dos finales continentales del año. El '7' del Atlético marcó un doblete y creó peligro siempre que entró en contacto con el balón. En resumen, fue el único jugador diferente del encuentro y conquistó gran parte del trofeo de mejor jugador del campeonato, aunque Cristiano tendrá que decir su última palabra el domingo.
Löw apostó por Howedes, Schweinsteiger y Can para cubrir la multitud de bajas que tenía, por lo que tuvo que situar a Müller en la punta de ataque, mientras que Deschamps dio continuidad a Umtiti en el centro de la defensa. Con estos protagonistas, Francia impuso su estilo físico en los primeros minutos, en los que Alemania parecía completamente superada.
De hecho, Griezmann pudo adelantar a su país con una gran diagonal, pero el remate cruzado del atacante del Atlético de Madrid se encontró con una enorme mano de Neuer. Sin embargo, con el paso de los minutos los germanos impusieron su ritmo diésel y borraron del terreno de juego al centro del campo galo. Por eso, Lloris tuvo que estirarse al máximo para detener un remate de Can desde la frontal del área, que le obligó a emplearse a fondo.
Francia supo sufrir en la primera parte
La anfitriona estaba completamente superada en lo táctico, pero Müller no acertaba a rematar ninguno de los balones que rondaban por el área. Kimmich creaba muchísimo peligro cada vez que subía por la banda y a Francia no le duraba nada el balón. Schweinsteiger forzó otra buena estirada de Lloris, pero Giroud también desperdició una gran ocasión de contra, en una acción en la que estuvo lentísimo, tras un fallo de Boateng. Griezmann era una pesadilla para los alemanes cada vez que tocaba el balón, pero se encontraba siempre demasiado solo. En cualquier caso, el '7' se las apañó el solo para volver a llegar al corazón del área, pero envió ese balón al lateral de la red.
Alemania abusaba del juego poco profundo, aunque injustamente se encontró con un golpe cuando el tiempo de la primera parte estaba ya cumplido. El hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra y Schweinsteiger cometió la misma barbaridad que Boateng en el partido frente a Italia. Hizo una mano clamorosa dentro del área, el árbitro la vio y Griezmann transformó la pena máxima con una tranquilidad pasmosa.
En cambio, Francia volvió a entrar con mucha intensidad en la segunda parte para hacer más daño y disfrutó de dos pequeñas ocasiones en los primeros minutos, hasta que decidió volverse a replegar. Alemania volvió a coger el mando, pero perdió toda su claridad en el toque en el centro del campo y no consiguió crear ni una sola llegada en los minutos posteriores. Además, Boateng cayó lesionado y tuvo que dajar su lugar en el campo a Mustafi.
Asimismo, poco después Kimmich cometió un error ante la presión de Pogba, el centrocampista de la Juventus bailó a Mustafi y metió un centro al área. Neuer falló en el despeje y el balón quedó muerto en el área para que Griezmann la empujara a la red con la suela. El 'Pichichi' de la Eurocopa firmó el doblete.
Pese a todo, Alemania no se rinció y Kimmich envió un zurdazo a la cruceta, pero el balón salió rechazado hacia afuera porque la suerte este jueves no estaba del lado alemán. Finalmente, Alemania lo intentó hasta el final con centros desde todas las partes del campo, pero Francia tuvo más oportunidades a la contra, aunque Griezmann perdonó en una jugada en la que pudo completar su triplete. Lloris salvó incluso el gol de la honra para los germanos con un auténtico paradón ante un cabezazo de Kimmich.
Felipe Poza