A sus treinta y cuatro años, Zlatan Ibrahimovic se mantiene como uno de los mejores delanteros del panorama mundial. Y también como uno de los futbolistas más excéntricos. El sueco siempre deja frases para el recuerdo que copan las portadas de los periódicos, y sus acciones no se quedan atrás. La última que ha ‘liado’ el nuevo ariete del Manchester United ha sido cambiar de hotel. ¿El motivo? La ausencia de piscina. Y para colmo se ha cambiado al lugar que más frecuenta el eterno rival.
Ibrahimovic debutó el pasado sábado con los ‘red devils’ a lo grande, tras anotar un tanto de chilena. Mourinho, desde el banquillo, y el resto de compañeros, fueron a felicitarle entre risas. Todos son conscientes de que además de un grandísimo delantero, se ha unido al equipo un ariete cuyo carácter y ambición son equiparables a pocos futbolistas.
Sólo alguien como el sueco tomaría la decisión de abandonar el hotel donde se hospeda su club porque carece de piscina. Ibrahimovic dejó a sus compañeros en el Lowry Hotel, donde suele concentrarse el Manchester cuando disputa partidos como local, y se marchó junto a su familia al lujoso Radisson Blu, de cinco estrellas, que sí contaba con una piscina. Y que, curiosamente, es donde más acude el Manchester City.
Es la última decisión polémica de Ibra, que este verano recaló en el conjunto inglés a coste cero. Pese a su elevada edad, todos esperan que se erija en el mejor delantero de la Premier y aporte el toque de calidad y experiencia que necesita el United esta temporada. Lo que no desean ni cuerpo técnico ni compañeros es que el sueco acoja más protagonismo fuera de los terrenos que sobre el césped. De momento el sueco, que acaba de llegar, ya ha decidido cambiar de hotel. ¿Qué será lo próximo?
Alberto Puente