José Ramón Sandoval regresó este verano a Vallecas, tras sus aventuras agridulces en Gijón y en Granada. El técnico de Humanes tuvo un paso brillante por el Rayo en su anterior etapa, en la que empezó en el filial para llevar después al primer equipo al ascenso a Primera División en la 2010/2011. Además, en la temporada siguiente logró la permanencia, pero no continuó en el club franjirrojo.
Tras la era de Paco Jémez, el club decidió volver a contar con sus servicios, pero parece que su segunda aventura en el banquillo rayista no ha empezado de la mejor manera. El equipo es colista de Segunda con tan solo un punto en tres partidos y con unas sensaciones que dejan mucho que desear.
Por eso, el entrenador decidió concentrar a todos los jugadores durante cinco días en Almería para crear grupo, pero el tiro le salió por la culata, a pesar de que vencieron en el encuentro copero de los Juegos del Mediterráneo por 0-2, con goles de Diego Aguirre. En cambio, la estancia en Andalucía no estuvo marcada por la calma ni mucho menos.
El clima es tenso para todo el grupo
De hecho, según cuenta El Larguero, Sandoval agredió a Miku durante un entrenamiento ante la presencia de todos sus compañeros. Los jugadores no daban crédito con lo que estaba sucediendo, hasta que el capitán Roberto Trashorras intervino para separar al técnico y al delantero.
Sin embargo, el entrenador ni siquiera se calmó cuando se lo pidió el veterano gallego. «Tú cállate que eres un capitán de mierda, menos defender a tu amigo y más estar con tus compañeros. Además, estate calladito que por tu actitud y la de otros compañeros descendisteis al Rayo a Segunda», espetó Sandoval.
Por otra parte, ninguno de los dos jugadores afectados participó en el encuentro contra el Almería. El club no ha emitido ningún comunicado oficial para aclarar lo sucedido, mientras que el cuerpo técnico, la dirección deportiva y los jugadores se han reunido esta mañana en el vestuario para reconducir la situación. No obstante, tras media hora de reunión, Patrick Evert ha abandonado la charla antes de tiempo, mientras que se quejaba de que cada vez que hablan entre todos “acaban diez enfrentándose”.
Felipe Poza