El Barcelona no jugó este sábado su mejor partido en lo que va de temporada, a pesar de que finalmente se llevó los tres puntos del Camp Nou en la visita del Granada. La MSN no funcionó para nada, puesto que Messi desapareció durante gran parte del partido, Suárez estuvo fallón y Neymar tampoco le salieron las cosas como esperaba.
Ante esta situación, Rafinha tuvo que resolver la situación con una chilena que supuso el único tanto del encuentro. Por eso, el choque llegó a los últimos minutos con todo por decidir, mientras que la tensión nerviosa de los jugadores de uno y otro equipo se multiplicaba. No obstante, el Granada ni siquiera fue capaz de probar a Ter Stegen con un simple disparo a puerta.
Sin embargo, Neymar no paraba de regatear para buscar el tanto de la sentencia en los últimos instantes, pero tan solo consiguió recibir alguna que otra falta peligrosa. A base de choques, el brasileño se calentó poco a poco hasta que en los últimos lances del encuentro empezó a perder la cabeza.
Para empezar, pegó una patada a Cuenca cerca del córner en una jugada en la que tanta intensidad no venía a cuento. La acción era de amarilla por sí misma, pero el colegiado decidió zanjar el asunto al sancionar solo la falta. En cambio, el portugués Rubén Vezo no quedó nada satisfecho con la acción y le recriminó a Neymar su actitud. El '11' no se cayó y se encaró con el central hasta chocar frente con frente.
Por eso, el árbitro decidió sacar la tarjeta amarilla a los dos y el juego se reanudó. En cambio, eso no sirvió para tranquilizar a Neymar que estuvo muy activo en las protestas hasta el final y dejó el pie de manera fea a Cuenca en otra ocasión más. El pitido final llegó y eso fue todo un alivio para Luis Enrique porque mantenía los tres puntos y no perdía a ningún jugador de cara a la siguiente jornada, ya que el juego empezaba a ponerse demasiado feo.
Pese a todo, Neymar decidió no dejar el asunto en el campo y comenzó a discutir con Vezo cuando se supone que tenían que despedirse en el césped. El intercambio de pareceres continuó hasta que ambos llegaron a las puertas de los vestuarios donde se volvieron a encarar y se agarraron hasta que varios jugadores de los dos equipos llegaron a separarles. El canterano azulgrana y futbolista del Granada fue uno de los que tuvo que poner paz y ante la prensa reconoció que «los hemos separado sin problemas». La cosa no fue a más, pero por lo que parece ambos se han cogido la matricula de cara a futuros enfrentamientos. Estos futbolistas ya se habían encontrado en otros dos partidos, cuando Vezo jugaba en el Valencia. En uno de ellos el portugués fue su pareja de baile, puesto que le tocó defender el lateral derecho, pero nunca antes habían llegado a enfrentarse de esta manera.
Felipe Poza