El Atlético de Madrid venció con mucha autoridad al PSV (2-0) y certificó así su pase a los cuartos de final como primero de grupo debido al tropiezo del Bayern en Rusia. Los colchoneros fueron superiores a su rival en todo momento, ya que los pupilos de Cocú vinieron a Madrid a no proponer nada y los locales solo tuvieron que jugar contra sus propios miedos.
La primera parte se la pasaron en busca de su propia identidad, después de los cambios en el doble pivote, pero con el paso de los minutos se dieron cuenta de que la imaginación no está reñida con un esquema que no deje fisuras. De hecho, Tiago aportó tanto en la contención como en la creación y resultó vital para que los delanteros disfrutasen de muchas ocasiones.
Gameiro no estuvo especialmente fino en varias jugadas, pero a fuerza de perseverar logró abrir la lata y facilitar la tarea a sus compañeros. Del mismo modo, Griezmann se reconcilió con el gol tras una primera parte de lo más discreta y se desperezó para volver a ser el gran jugador que es y del que no hubo noticias en el derbi.
Simeone decidió regresar al doble pivote formado por Gabi y Tiago, tras la debacle de su equipo en el derbi liguero. Además, también apostó por Giménez y Gameiro en el once inicial, mientras que Gaitán tuvo que esperar su oportunidad en el banquillo. Asimismo, la mala imagen que dejó el equipo el sábado y las bajas temperaturas no animaron a los aficionados para acudir al estadio, por lo que se pudo ver una de las entradas más pobres de la temporada europea en el Calderón.
En cambio, este miércoles el equipo del Cholo se mostró mucho más fuerte en el centro del campo desde el primer momento. No había resquicios por los que el PSV pudiera entrar en el partido y en los primeros minutos las combinaciones no eran del todo malas, aunque los locales mandaron al limbo las tres ocasiones que tuvieron en la primera mitad. Gameiro no acertó a rematar un centro preciso de Carrasco y también estuvo muy lento en un mano a mano en el que Héctor Moreno llegó a quitarle el balón antes de que disparara.
Además, Godín también envió a las manos de Zoet un remate claro de cabeza, después de que Gabi le dejara completamente solo con el lanzamiento de una falta. No obstante, los holandeses disfrutaron de una ocasión clara en el único error grave de los rojiblancos en la primera mitad, ya que Pereiro se plantó solo frente a Oblak en una contra muy sencilla, aunque su remate fue a parar a las manos del esloveno.
La segunda parte fue otro mundo
En cualquier caso, parecía que los holandeses estaban encantados con el empate y el brío inicial del Atleti quedó en nada a la media hora de partido, con lo que el partido llegó al descanso con muy poco fútbol y con unos delanteros colchoneros incapaces de conectar entre sí. En cambio, tras el paso por los vestuarios, los hombres de Simeone volvieron al partido con ánimos renovados. Gameiro avisó en dos ocasiones, una de ellas muy clara tras un cabezazo de Griezmaan que no supo remachar, pero a la tercera consiguió lo que llevaba buscando toda la noche. El '7' rojilblanco vio el desmarque de su compatriota y se la puso a beneficio de carrera para que el delantero la cruzara a la perfección al palo derecho de Zoet.
Con ese tanto, el Atleti se soltó y no dejó de dominar el encuentro en ningún momento. De hecho, el segundo gol no tardó en llegar, puesto que Tiago vio a Griezmaan dentro del área y le puso un balón perfecto para que el jugador franquicia de los colchoneros superara al portero por el palo corto con un zurdazo potente.
Al llegar la sentencia, los rojiblancos se gustaron de verdad y se vio las mejores jugadas protagonizadas por Tiago, Griezmann y Gameiro. De hecho, el exsevillista estrelló un cabezazo en el laguero a la salida de un córner. Pese a todo, en los últimos minutos, la mala noticia llegó con la lesión de Filipe Luis, que tuvo que dejar su sitio en el campo a Juanfran justo antes de que los suyos levantaran el pie del acelerador definitivamente.
Felipe Poza