El Real Madrid llegará al Clásico con una ventaja considerable con respecto al Barcelona, tras derrotar por la mínima al Sporting de Gijón (2-1). El equipo de Zidane fue rácano en el esfuerzo, pero con eso le sirvió para derrotar a un equipo sin demasiados recursos. Los asturianos firmaron una primera parte discretísima y solo se animaron en los minutos finales, cuando el Madrid les dio vida con su pasotismo.
El partido se puso de cara para los blancos desde el principio, puesto que Cristiano hizo dos goles nada más empezar, sin que su equipo hubiera hecho méritos para ello. Después, el Madrid se echó una siesta que duró más de una hora y eso permitió que los visitantes pudieran empatar el partido. Pero Cop no es Cristiano Ronaldo y se pudo nervioso cuando tuvo que lanzar el penalti que le hubiera servido a su equipo para llevarse un punto. El balón acabó en la grada, pero eso no evitó el enfado final del público.
Nacho hizo un partidazo como lateral izquierdo, aunque fue el que cometió el ligero empujón que sirvió al árbitro para pitar esa pena máxima. El público está encantado con él, al igual que con Isco, pero no pueden decir lo mismo otros jugadores. Nadie entiende cómo Benzema se puede pasar los partidos enteros sin correr y cómo James cada vez parece un futbolista más vulgar.
Zidane rotó en los laterales con la vista puesta en el Clásico de la semana que viene, pero sacó a Sergio Ramos en el centro de la defensa a pesar de que el camero estaba apercibido de sanción. Además, volvió a colocar a Benzema en el once, con Isco en el banquillo y James fue el encargado de ocupar el costado del lesionado Bale.
Con estos protagonistas, el Madrid no quiso especular en los primeros minutos y rápidamente se adueñó del partido. Además, la suerte estuvo de su lado en el primer tiempo y pudo adelantarse en la primera jugada de peligró que protagonizó. Lucas Vázquez controló un balón intrascendente en el área, pero Sergio Álvarez le atropelló y el colegiado no tuvo más remedio que señalar la pena máxima. Mariño adivinó las intenciones de Cristiano, pero el disparo iba demasiado potente como para detenerlo.
Con el marcador a favor del Madrid, los blancos jugaron a sus anchas, sin que el Sporting fuera capaz de ponerles en verdaderos aprietos. Por eso, los locales hicieron el segundo gracias a un centro maravilloso de Nacho con la pierna izquierda que Cristiano remató en plancha con la cabeza muy lejos del alcance del cancerbero sportinguista.
Kovacic estuvo mucho mejor que Modric
En cambio, con ese tanto, el Madrid se dedicó a sestear y permitió que los visitantes se metieran en el partido. Moi avisó con un disparo desde la frontal y en la siguiente jugada los asturianos no perdonaron un regalo de Modric. El croata perdió el balón en la salida, Moi condujo el ataque hacia la izquierda, Isma López puso el balón en el área y Carmona remató en las mismas barbas de Kovacic para recortar distancias.
Pese a todo, el Madrid no despertó y se llegó al descanso sin más noticias de los jugadores blancos. No obstante, tras la reanudación los blancos tampoco sufrieron e incluso pudieron poner nuevamente tierra de por medio en una jugada en la que Benzema encontró un cabezazo nítido dentro del área, pero su remate fue demasiado centrado y Mariño pudo detenerlo sin problemas.
Sin embargo, el Madrid no se decidió a dar un arreón final para irse definitivamente a por el partido y por eso los minutos finales se convirtieron en todo un drama. Zidane quitó a Ramos para que no viera una amarilla que le impidiera estar en el Clásico y Nacho como central concedió un penalti tonto por un tímido agarrón que el árbitro decidió castigar. Cop se tomó el pulso antes de lanzar, pero eso no le sirvió para mejorar su puntería, ya que lo tiró a las nubes. Finalmente, el partido se rompió, pero ni Cop ni Cristiano fueron capaces de marcar en dos jugadas muy peligrosas que finalizaron con disparos algo tímidos.
Felipe Poza