El Barcelona no pudo pasar del empate frente a la Real Sociedad (1-1) y ya suma siete años sin ganar en Anoeta. Sin embargo, los aficionados del equipo azulgrana pueden estar contentos con el punto, puesto que los suyos merecieron perder de largo en un encuentro en el que su rival fue muy superior e impuso una presión altísima.
Carlos Vela jugó un auténtico partidazo, con Illarramendi a un nivel altísimo y Willian José omnipresente en todos los ataques. Por el contrario, los tres atacantes del Barcelona estuvieron desaparecidos durante todo el partido, aunque bastó con que Neymar y Messi se asociaran en una sola ocasión para marcar el gol del empate.
No obstante, si el Barça se libró de la quema fue debido a los postes y a la mala puntería de los atacantes locales. Además, el árbitro también perjudicó a los blanquiazules ya que anuló un gol por fuera de juego inexistente de Juanmi. Piqué explicó tras el partido, con un mensaje muy contundente, que se iba contento con el resultado, ya que a sus compañeros les había faltado actitud.
Luis Enrique volvió a confiar en los únicos hombres que le llevaron a la victoria en el partido frente al Celtic. El técnico asturiano dijo en la previa que no importaban los últimos malos resultados cosechados por su equipo en Anoeta y por lo que parece los jugadores tampoco le tenían demasiadas ganas a su rival.
El equipo azulgrana salió al campo sin garra y vio como la Real le pasó por encima en los primeros minutos. Los de Eusebio presionaron muy arriba y consiguieron que Ter Stegen tuviera que abusar del pelotazo con mucha frecuencia. Por eso, Neymar, Messi y Suárez estuvieron completamente aislados, mientras brillaba por encima de todos Carlos Vela.
Sin embargo, los delanteros del conjunto txuri-urdin no tuvieron buena puntería. De hecho, Xabi Prieto perdonó en dos cabezazos claros, Oyarzabal tampoco acertó en varios disparos desde la frontal y Willian José estuvo algo lento en las ocasiones en las que pudo encarar al portero. Además, tanto Jordi Alba como Piqué pidieron el cambio antes de que terminara la primera mitad, aunque finalmente forzaron tras recibir atención médica y pudieron seguir en el partido.
La Real se adueñó del partido y de la posesión
En cambio, en el inicio de la segunda mitad, el Barcelona mejoró algo sus prestaciones y por eso Neymar pudo obligar a intervenir a Rulli con una falta muy bien lanzada que se encontró con un vuelo perfecto del portero. Sin embargo, eso fue solo un espejismo ya que en la siguiente jugada Willian José adelantó a los suyos al aprovechar un rechace de Ter Stegen. Mascherano perdió al pugna con Vela en el inicio de la jugada y Piqué estuvo torpe en su intento de despeje en la línea de gol, ya que tuvo miedo a darse contra el palo y ayudó a que el balón entrase en su portería.
No obstante, con ese tanto, el Barça sintió el sopapo y se decidió de una vez por todas a despertar, aunque el empate llegó en una jugada aislada en la que Neymar consiguió desbordar a todo el que le salió al paso por su banda para poner el balón en el corazón del área, donde Messi definió a las mil maravillas ante Rulli.
Pese a todo, el Barça quería, pero no podía mandar en el partido, ya que la Real volvió a adueñarse del partido. De hecho, los locales merecieron adelantarse nuevamente en el marcador en una jugada en la que Carlos Vela firmó un zurdazo perfecto que golpeó en la escuadra de la portería y que cayó en los pies de Juanmi, que introdujo el balón en la portería, aunque el colegiado anuló el tanto por un fuera de juego inexistente.
Finalmente, el partido tuvo unos últimos minutos preciosos en los Denis Suárez estuvo muy cerca de marcar pese a que partió de posición ilegal, pero Illarramendi sacó el balón en la línea de gol. Además, Mascherano remató de cabeza el córner posterior en boca de gol, pero fue incapaz de darle la dirección correcta al balón a pesar de que lo tenía todo a favor. En cualquier caso, la Real no le perdía la cara al partido en ningún momento y nuevamente Carlos Vela volvió a estrellar el balón en la cepa del porte con un disparo desde la frontal del área. Granero también tuvo tres oportunidades de disparar en los últimos instantes, pero no fue capaz de enviar ninguna a portería, por lo que todos sus compañeros se fueron a casa con la sensación del empate agridulce.
Felipe Poza