Zinedine Zidane, a falta de un estilo reconocible, ha encontrado la fórmula de atemorizar a los rivales: el juego aéreo. Ante el Nápoles, con un puñado de jugadas de estrategia, evidenció el trabajo en este aspecto. Ante el Villareal, de nuevo recurrió a la misma solución: laterales abiertos y centros al área. El poderío es inmenso, con veintisiete tantos con la testa en lo que va de campaña. En Liga, con un tercio de competición por delante, suma quince goles, sólo tres menos de los que acumuló el Atlético en la consecución del título. Datos que ponen el valor el trabajo del equipo.
El Madrid de nuevo se asomó al abismo frente al Villareal. Errores defensivos, habituales en los últimos encuentros, dejaron contra las cuerdas al equipo con poco más de media hora por delante. Fue entonces cuando el Madrid volvió a tirar de fe, o más bien a atacar de forma desmedida la portería rival, sin tener en cuenta las consecuencias que podría acarrear. Una postura lógica tras el triunfo y liderato provisional del Barcelona. El Madrid halló resultado, agraciado por la presencia de Isco, y bendecido por el juego aéreo, la fórmula más recurrente de Zidane.
Laterales bien abiertos y siempre a la espera de un balón para poner el centro. Con Isco y Modric de ejes, Carvajal y Marcelo tomaron protagonismo. Y desde ahí nacieron el primer y el tercer tanto, con Bale y Morata como autores. Este último tras partir desde el banquillo, después de que Zidane decidiera apostar por él con el juego aéreo mente. Funcionó, y no es ninguna sorpresa esta temporada. Las jugadas a balón parado, o los centros desde los costados, son el arma más letal del Madrid.
El conjunto blanco suma a estas alturas de temporada veintisiete tantos con la testa. Una cifra desorbitada, a la que han contribuido hasta once jugadores diferentes. El que más ha aportado ha sido Ramos (seis), pero hasta un puñado de jugadores han repetido (Cristiano, Benzema, Varane, Bale, Morata y Mariano). El resto de integrantes en la lista son Asensio, Pepe, James y Lucas Vázquez.
En Liga son quince los tantos que el Madrid ha anotado de cabeza, con un tercio de campaña todavía por delante. El Atlético, en aquella Liga que ganó en 2014 con un poderío absoluto en el juego aéreo, fueron ‘sólo’ dieciocho los goles que convirtió de esta forma. Datos que ponen en contraste y dan valor a lo que ha hecho el equipo blanco. Zidane es consciente del poderío aéreo de los suyos, y traza el juego en base a ello, como el último día en el Estadio de la Cerámica.
La influencia del francés fue notoria en el partido frente al Nápoles, cuando el Madrid exhibió por sorpresa un puñado de jugadas de estrategia a balón parado inéditas hasta la fecha. Hasta una decena de jugadores van sobrados por arriba, de ahí que más del treinta por ciento de los tantos que anota el Madrid sean con la cabeza. Ante rivales directos (Atlético y Barcelona) también ha sido determinante. Por el momento, sólo Garay y Mangala frenaron en seco al Madrid en este aspecto, pese al tanto de Cristiano. Y el Valencia sacó provecho en el resultado (2-1). Desde luego, en un Madrid donde el estilo no marca tendencia, la mejor vía para conquistar la Liga se encuentra en el juego aéreo. El Atlético ya destacó la importancia, y el Madrid sigue su camino.
Alberto Puente