El nuevo sistema adoptado por Luis Enrique parece definitivo. Tras una temporada de lo más irregular, el técnico español abogó por probar un 3-4-3 que les permitiera acumular más hombres en la medular y mantener algo más esa posesión que se ha diluido con el transcurso de los años. Las pruebas realizadas en Liga dieron resultado con goleadas frente al Celta y el Sporting, y el esquema ganó la suficiente confianza como para repetir en el trascendental partido ante el París Saint-Germain. La histórica remontada ha hecho que Luis Enrique haya dejado definitivamente este nuevo dibujo.
Una bendición para Rafinha, que ha encontrado una oportunidad para ser titular con cierta frecuencia, y un perjuicio para Jordi Alba, el principal damnificado. El lateral, si bien cuenta aún para Luis Enrique, ahora ha dejado de ser imprescindible. No estuvo frente al equipo parisino, y tampoco dispuso de un sólo minuto en el último envite de Liga frente al Valencia, que presentaba diversas dificultades a pesar del bajo rendimiento del equipo che.
La situación, por tanto, no es nada cómoda para Alba, que se ha atrevido a hacer público su parecer actual. “Aquí tengo la total confianza del mister lo que para mí es un halago y me llena de confianza, la que no estoy teniendo en el Barcelona como quizás me gustaría tener». Unas palabras que ha dirigido al diario Sport en plena concentración con España para preparar el partido frente a Israel, clasificatorio para el Mundial, y que no han debido sentar nada bien en el seno azulgrana.
«Llegar aquí y tener la confianza de Julen me da mucha fuerza. Me pide lo que vengo acostumbrando a hacer en la selección y en el Barça los últimos años, pero es cierto que con un plus más porque noto la confianza del mister y del cuerpo técnico al 100 por ciento”, ha comentado el lateral. Una frase que deja entrever que no se siente arropado lo suficiente por el club, el mismo problema que ya atravesaron otros jugadores como Alves, que finalmente abandonaron el barco antes de lo previsto.
Alba también cuenta con ofertas del extranjero, en concreto del Manchester United, pero no parece probable que baya a marchar, ya que el adiós de Luis Enrique a final de temporada está garantizado. Lo que no comprende el futbolista es por qué el técnico no cuenta con él para un esquema que en principio le podría favorecer, dadas sus cualidades, que le permite, prodigarse en ataque bien pegado a la banda y a la par ser un cerrojo en los metros más cercanos a su portería. «Creo que puedo jugar con tres defensas, estoy capacitado para hacerlo. Está claro que mi virtud es subir y bajar la banda”, ha señalado.
El mismo día de su veintiocho cumpleaños Alba ha querido expresar su malestar en el Barcelona. En once días se podrá vislumbrar si Luis Enrique ha tomado nota y aboga por darle una oportunidad desde el inicio, o si le relega definitivamente a un segundo plano en el tramo final de temporada.
Alberto Puente