La temporada ha entrado en su recta final, y pese a que la incertidumbre aún perdura en un Real Madrid que ansía el doblete, las conclusiones del filial ya se pueden tomar. Zinedine Zidane, encantado con la mejor plantilla de Europa, ha ignorado a los pupilos de Solari incluso en momentos donde eran abundantes las vacantes. Florentino Pérez tampoco le ha prestado excesiva atención, después de una gestión pésima el pasado verano que desembocó en fichajes que apenas han cuajado. El Castilla deambula a mitad de tabla y el Madrid ha optado por fichar jóvenes talentos en lugar de fabricarlos.
El 'plan B' es suficiente
El asfixiante calendario del Real Madrid en el mes de abril ha concedido un mayor protagonismo a jugadores que a lo largo de la temporada habían quedado relegados a un segundo plano. La respuesta de estos suplentes en el campeonato doméstico ha sido excelsa, hasta el punto de discutir la condición del once ‘tipo’ de Zidane. Poco le importa al galo, al que no le tiembla el pulso a la hora de alinear a futbolistas cuyo rendimiento ha caído en picado. El pasado miércoles, el ‘plan B’ del equipo blanco protagonizó otra exhibición, quizás la mejor de la temporada. Kovacic, Asensio, Isco y James se juntaron para brindar un espectáculo al que contribuyó Morata, que en cuanto a números ha triturado esta campaña a Benzema.
Tras la conclusión del partido, en rueda de prensa, el técnico galo afirmó que será complicado decirle a estos jugadores que no estarán en los envites trascendentales. Bendito problema para Zidane, que si bien se ha atrevido a rotar, ha sido incapaz de apostar por algunos de estos futbolistas en los grandes escenarios. Ante el Atlético la baja de Bale abrirá un hueco, pero nada más. El resto, serán los de siempre. El ‘plan A’ parece inamovible, como así lo ha reiterado el francés en sucesivas ocasiones.
El 'plan C' no interesa
Con la mejor plantilla del mundo a su disposición, Zidane y Florentino han descuidado el ‘plan C’ del Real Madrid: la cantera. La Fábrica, que ha nutrido de jugadores a la Primera División en la última década, se ha quedado sin efectivos de entidad. El tino que ha mostrado el Madrid a la hora de hallar futuras perlas como Asensio o Vallejo no ha sido tal a la hora de incorporar jugadores al filial. Numerosos fichajes el pasado verano, algunos de coste elevado (cinco millones) como Sergio Díaz o Federico Valverde. Y sin embargo, el paso atrás ha sido considerable. El equipo de Solari deambula a mitad de tabla y se quedará sin el ansiado ascenso, ese que rozó la campaña pasada.
A excepción de Marcos Llorente, cuya cesión al Alavés ha sido todo un acierto, nadie del primer equipo despunta lo suficiente siquiera para gozar de minutos. La gestión con Mariano ha sido pésima, después de pactar retenerle en invierno, en lugar de aconsejarle una marcha para que se curtiera los últimos seis meses.
La presencia de Tejero en Riazor fue anecdótica. En las citas anteriores Zidane optó por acudir a los partidos con cuatro laterales y sólo dos centrales, lo que le ha obligado en ocasiones a contar con Casemiro en esa posición. Otra excepción fue la Copa del Rey, donde la debilidad de la Cultural Leonesa permitió al francés hacer debutar a varios hombres. La realidad, como se ha reflejado a lo largo de la temporada, es que Zidane no confía en el talento de un equipo que ha demostrado no estar capacitado para más.
Lienhart y Achraf son ahora mismo los dos únicas figuras con la entidad suficiente como para presentar proyección para la primera plantilla, y apenas han tenido visibilidad. La calidad de la mejor plantilla del mundo y el fichaje de jóvenes talentos ha propiciado que Florentino Pérez y Zidane consideren inútil el ‘plan C’ del Real Madrid.
Alberto Puente