miércoles, septiembre 25, 2024
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Las causas que dejaron ‘vacío’ San Paolo en Champions

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Resultaba complicado, pero no imposible. El Nápoles, que tan sólo había sumado un triunfo en las cuatro primeras jornadas de esta edición de la Champions League, se enfrentaba al Shaktar con el objetivo de ganar el golaverage. Y vaya si lo hizo. El equipo de Sarri barrió a su rival (3-0) y ahora la clasificación es más que factible. El conjunto italiano necesita un triunfo ante el Feyenoord y que el Manchester City haga lo propio ante el conjunto turco. Para ganarse esta posibilidad, el equipo no pudo contar con el aliento de su afición. Apenas 10.500 aficionados (entrada más pobre del Nápoles en Champions) presenciaron la goleada de su equipo.

Antes de nada, cabe destacar que el Nápoles, al contrario de la mayoría de equipos, tiene una política de entradas que no se basa en los abonos. Mientras diferentes conjuntos realizan campañas de abonados e insisten para tratar de captar aficionados, este equipo italiano aboga por ir partido a partido. A los aficionados les sale más rentable comprar por separado todas las entradas que pagarse un abono, con la ventaja de elegir qué partidos quieren presenciar. De ahí que San Paolo nunca tenga un mínimo de espectadores ‘garantizado’ y que se puedan dar situaciones como la del pasado martes. Es más, es el penúltimo equipo en número de abonados.

A partir de ahí, los napolitanos parecen tener razones más que suficientes para haber rechazado ir al encuentro. Más allá de la dificultad de avanzar en Champions, nada excusable para una afición de este calibre, están otros inconvenientes que han dificultado a los aficionados poder desplazarse hasta San Paolo. En primer lugar, como casi siempre, está el precio. Entradas desde los 35 euros (pocas), hasta los 150. Demasiado, quizá, lo que ha hecho surgir un movimiento de protesta como ya sucediera en cursos anteriores, donde diversos sectores quedaban literalmente abandonados por el elevado precio de las entradas.

A esto hay que añadirle que el último partido en casa del Nápoles fue ante el Milán, y el siguiente será frente a la Juventus. La no captación de abonados permite a la gente escoger y, en época de crisis, la afición ha preferido centrar su apoyo y desgaste económico en la Serie A, donde el equipo de Sarri encabeza la tabla y busca conquistar el segundo campeonato liguero de su historia, con un fútbol atractivo que ha conquistado a gran parte de Italia. Por si fuera poco, el encuentro de Champions fue televisado por Canale 5.

Otro de los factores que más ha propiciado este desamparo de los aficionados al partido continental ha sido el cierre de la galerí Laziale de Fuorigrotta. Esta Galería es la que conecta la mayoría de accesos al estadio y permanece cerrada por obras. Esto ha provocado infinitos atascos com en los últimos días han recogido diversos medios italianos. Una situación insostenible que podría llegar a su fin el próximo lunes, según han afirmado diversos políticos del país, cuando podría activarse un túnel para evitar las retenciones y permitir seguir con las obras sin sembrar el caos actual que atraviesan las inmediaciones.

Estas causas son las que han favorecido que San Paolo presentara un aspecto inaudito, ya que en Liga el equipo si promedia una asistencia al nivel de sus principales rivales, como la Juventus, el Milán y el Inter. A estas causas habría que añadirle el deplorable estado que presenta el actual estadio, que desde 1959 tan sólo ha visto remodelar sus instalaciones en 1990. La temporada pasada, por suerte para sus aficionados, el Nápoles recibió un préstamo de 25 millones del Istituto per il Credito Sportivo, que reducirá en 6.000 los espectadores para facilitar los accesos, además de mejorar la estructura, la iluminación y diversos aspectos del estadio. Todo para volver a ver San Paolo repleto.  

Alberto Puente

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