El partido de octavos de final entre Croacia y Japón comenzó con los asiáticos decididos a ir por la victoria desde los primeros minutos de juego. La selección de Japón consiguió hacerse hueco en el mundial y ser una de las revelaciones de Catar. Los japoneses fueron capaces de ganar a selecciones del calibre de España, Alemania y hoy iban encaminados a vencer a Croacia pero la buena imagen que dieron en la primera parte del encuentro no se percibió en la segunda mitad.
Maeda, el jugador del Celtic F.C y de la selección japonesa, adelantó a los suyos a pocos minutos del descanso tras un centro de córner. Japón fue la protagonista del primer tiempo y tras adelantarse antes del minuto cuarenta y cinco, todo apuntaba a que los nipones se fueran a replegar en su propio campo y juntar líneas defensivas para posteriormente rechazar los continuos ataques croatas.
Croacia, Subcampeona del Mundo, es una selección con un estilo de juego definido y con mucha experiencia ante este tipo de situaciones. Ivan Perišić consiguió el tanto que igualaría el partido cinco minutos después de comenzar la segunda parte aprovechando sus capacidades físicas y superioridad frente a los japoneses. Un centro milimétrico al que Perišić le añadió su toque de calidad personal culminando con un remate perfecto que batió al guardameta nipón.
El encuentro acabo yéndose a la prórroga pero los dos equipos, priorizaron no encajar un gol a rematar el encuentro, lo que no fue suficiente para desempatar el encuentro y posteriormente se fue a los penaltis.
Croacia demostró en penaltis ser una selección a la que no le tiembla el pulso y que es capaz de manejar todas las situaciones por muy adversas que sean. Japón, falló sus dos primeros lanzamientos y ante esta situación, Croacia no perdonó y acabó ganando gracias a los errores de Japón, los aciertos de sus jugadores y los penaltis parados por su portero.