España cayó ayer eliminada frente a Marruecos en el partido correspondiente a octavos de final del Mundial de Catar. El conjunto de Luis Enrique se vio las caras contra una férrea defensa, llegaron a la prórroga y finalmente cayeron en los penaltis tras no ser capaz de anotar ninguno de los tres lanzamientos que ejecutaron.
Las caras de los jugadores de la Selección Española lo decían todo. Se marchan a casa completamente desilusionados, pues los que comparecieron públicamente afirmaron que tenían nivel para haber pasado a cuartos. En la misma línea estuvieron las declaraciones en rueda de prensa de Luis Enrique, que respondió ir «a muerte» con ellos.
«Estoy muy contento con el perfil de los jugadores que tengo. Son los que yo he elegido y voy con ellos a muerte. Felicito a mis jugadores por la forma en la que han competido. Nos apena, eso sí, no haber podido corresponder a la afición», respondió a los periodistas.
Haciendo una valoración general del encuentro, reconoció que habían «dominado el partido» y que lo único que se les puede achacar es «haber generado pocas ocasiones». Se ha mostrado muy «orgulloso» de todos los jugadores, pues han sabido ejecutar a la perfección la idea de fútbol que él tenía en la cabeza. Ahora vuelven a casa, pero no sin antes desearle lo mejor a su rival de anoche: «Bono ha estado espectacular. Le deseo a Marruecos lo mejor».
Los penaltis, como ocurre casi siempre, son una lotería. Por ejemplo, Luis Enrique ha cambiado a Nico Williams —que estaba generando muchas ocasiones— en los últimos minutos de la prórroga para que entrara al terreno de juego Pablo Sarabia, el primer lanzador de la noche. Después tiraron Carlos Sarabia y Sergio Busquets, precisamente los tres jugadores que él eligió.
«He sido yo el que ha elegido los tres primeros lanzadores. Fíjate el ojo que tengo, porque solo he elegido a esos tres, luego ya tenían libertad para elegir. Pero si lo volviera a hacer, hubiera hecho lo mismo», argumentó.
El futuro de Luis Enrique y de la Selección
Tras el partido, la pregunta que más se ha repetido por parte de la prensa ha sido la relativa al futuro del seleccionador. Sin embargo, Luis Enrique ha manifestado que ahora mismo él no es lo importante y su futuro tampoco es la prioridad.
«No te lo puedo decir porque no lo sé. No es el momento de hablar de mi futuro. No tiene interés. Estoy muy a gusto en la Federación y si por mí fuera, por el cariño que he recibido, seguiría toda la vida. Pero tengo que tomar la mejor decisión para mí y para la selección», aseguró.
El aprendizaje que se lleva
Más allá de la derrota, Luis Enrique siempre ha buscado transmitir a sus jugadores y a los aficionados que «solo es fútbol». A pesar de que nunca visita el vestuario después de un partido, hoy si lo ha hecho y ha animado a los jugadores y les ha agradecido el esfuerzo. «Les he dicho que adelante, que la vida continúa«, ha afirmado.
Se queda con el esfuerzo de los jugadores, con la pasión y la entrega. Y con esas cosas que percibe como entrenador: «Lo más bonito de ser entrenador es la capacidad que tienes para hacer feliz a mucha gente que no conoces. A veces veo a los jugadores de la selección argentina y veo que tienen demasiada presión. Esto es fútbol, es deporte, no es una guerra. Y dicho esto, a ver si Argentina llega donde se merece».