Una final frenética en la que hubo momentos donde parecía que Francia podría levantar el trofeo y otros en los que Argentina demostraba que iba a hacer lo imposible para hacerlo suyo.
Los franceses tardaron más de sesenta minutos en entrar al partido, factor crucial que los argentinos aprovecharon para adelantarse en el marcador 2-0 anotados por Leo Messi en un penalti dudoso y Ángel Di María que finalizó una acción de ataque batiendo por encima a Hugo Lloris, guardameta francés.
Los galos no demostraron ganas ni actitud dignas de una selección que estaba luchando por levantar el mayor trofeo que existe a nivel de selecciones. En el terreno de juego solo parecía estar la selección Argentina, que pudo llegar al descanso con mayor ventaja en el marcador de haber aprovechado algunas jugadas de ataque.
En el descanso, el seleccionador de los galos, Deschamps, mantuvo una charla con sus jugadores que transformaría el juego y la actitud de sus pupilos. Apenas comenzó la segunda mitad, se pudieron apreciar los efectos de la charla del seleccionador francés en el entretiempo.
Francia salió a por todas, dispuesta a darle la vuelta a un partido en el que no estaba a la altura de su rival. Varios cambios en las filas de los franceses acercaron a Mbappé y a los suyos a lograr la igualada.
Mbappé hizo un doblete en apenas dos minutos, transformando un penalti y rematando un balón que le centró su compañero Thuram. Con estos dos goles, el partido se iba a la prórroga.
Una vez en la prórroga, ambas selecciones querían cuidar su portería y no conceder ningún gol, por lo que el juego vistoso que habíamos disfrutado en la segunda parte desapareció. Con un ritmo de juego menor pero suficiente para seguir dando espectáculo.
Dos nombres propios, Messi y Mbappé. Leo, conseguía rematar un balón que se quedaba muerto y adelantar a los suyos, pero no duraría mucho. Minutos después, los galos iban a disfrutar de una ocasión de penalti por una mano en defensa de los de Scaloni. Mbappé, no perdonó y se convirtió en el máximo goleador del Mundial de Qatar.
Tras anotar el gol del empate, el partido se fue a los penaltis. Comenzó tirando Francia, y esta vez las estadísticas no estuvieron de parte de los galos. En torno al 60% de los equipos que comienzan tirando en la tanda de penaltis acaban ganando la misma. Uno de los culpables fue el Dibu Martínez, el guardameta argentino que paró un penalti y provocó el fallo de otro. Argentina no perdonó y tras los fallos de los galos, se proclamaron campeones del Mundial de Qatar 2022.
Leo Messi hace historia levantando la Copa del Mundo. El astro argentino disputaba el que sería su último mundial y el objetivo era ganarlo, con el fin de completar su excelente palmarés.