Luis Rubiales, actual presidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF), ha tomado una posición firme ante la Asamblea General, alegando que no tiene intenciones de abandonar su cargo.
Pese a las intensas presiones institucionales y sociales y las amenazas de inhabilitación, Rubiales expresó: «Voy a defender mi posición. Estas acusaciones no reflejan la verdad ni la justicia».
La controversia se originó después de que Rubiales protagonizara un acto polémico al besar a la futbolista Jenni Hermoso durante la ceremonia de entrega de medallas. Pero eso no fue todo, Rubiales también provocó revuelo al festejar la victoria de una manera considerada inapropiada en el palco de autoridades, en presencia de la Reina Letizia y la Infanta Sofía.
La FIFA, el órgano rector mundial del fútbol, ha sido la última en manifestar su preocupación y descontento por estos incidentes. Mientras tanto, en España, líderes políticos de diversos sectores han mostrado su rechazo unánime a las acciones de Rubiales.
Por su parte, la afectada, Jenni Hermoso, se pronunció a través de FutPro, su sindicato, solicitando que se tomen «acciones ejemplares» contra el presidente de la RFEF.
A pesar de la tormenta de críticas, Rubiales parece decidido a mantenerse en su puesto, y la situación aún se encuentra en evolución. Tendremos que estar atentos a cómo se desarrollan los acontecimientos y las decisiones que se tomen al respecto.