Las jugadoras de la Liga F convocaron hace unos días dos jornadas de huelga con la intención de presionar a la patronal para mejorar su convenio colectivo. Esta convocatoria coincide con las dos primeras jornadas de la temporada, pues el balón debería echar a rodar en la Primera División femenina el próximo viernes 8 de septiembre.
Este lunes se ha celebrado una reunión entre la patronal —la Liga F— y los sindicatos que forman parte del grupo social. La intención era llegar a un acuerdo para desbloquear la huelga, pero no ha sido posible y ambas partes se emplazan a una nueva reunión mañana martes en la sede del Servicio Interconfederal de Mediación y Arbitraje (SIMA).
En la reunión han estado presentes Beatriz Álvarez —presidenta de la Liga F—, Rubén Alcaine —vicepresidente—, Pedro Malabia —director estratégico—, Lola Romero —representante del Atlético de Madrid— y Egoitz —representante del Athletic Club—, así como los abogados de la competición femenina. Por parte del bando social, han acudido representantes de los cinco sindicatos: FUTPRO, AFE, Futbolistas ON, UGT y CCOO.
Las futbolistas convocaron esta huelga por «la imposibilidad de alcanzar un acuerdo satisfactorio con la patronal». Las negociaciones para mejorar el Convenio Colectivo de las jugadoras lleva varios meses parado, por lo que piden avanzar en las negociaciones para «lograr un trato justo y digno para las futbolistas, abordar y reducir la brecha salarial existente».
El salario de las futbolistas profesionales es uno de los acuerdos centrales del Convenio Colectivo y precisamente el punto de conflicto entre la patronal y los sindicatos. La Liga F considera que es inasumible para la mayoría de clubes alcanzar el salario mínimo de 20.000€, a lo que se suma también el pago retroactivo de la temporada pasada. También persigue alcanzar la cifra de 30.000€ en la temporada 2024-2025.
La patronal, en cambio, quiere seguir trabajando para llegar a los 20.000€ anuales en la temporada 2026-2027, aumentando la cifra progresivamente durante los próximos años. La Liga F defiende que no es posible modificar el convenio, pues también tienen que hacer frente a otros gastos, como la subida de sueldo de las árbitras, la inversión para mejorar las instalaciones o que deben dar un 20% de los ingresos de patrocinadores a la RFEF para promocionar el fútbol base.
La reunión que se celebrará mañana martes en la sede del SIMA parece la última oportunidad para llegar a un acuerdo y desconvocar la huelga que comenzaría este fin de semana. De momento, aplazaría las dos primeras jornadas de Liga, programadas para los dos próximos fines de semana. Sin embargo, parece poco probable que puedan llegar a un acuerdo, pues la patronal ya ha mostrado su sorpresa ante esta convocatoria. Una vez resuelto el asunto salarial, habría que hablar de otras cuestiones como la antigüedad, el fondo de garantías, los derechos de formación o la maternidad.