Luis Rubiales ha anunciado esta noche de domingo su dimisión como presidente de la RFEF y vicepresidente de la UEFA. Lo ha hecho a través de un comunicado en sus redes sociales en el que muestra su resignación y reconoce que es la mejor decisión por el bien del fútbol español y la candidatura conjunta de España, Portugal y Marruecos para el Mundial 2030. Eso sí, sigue defendiendo su inocencia y recuerda que defenderá la verdad tras su beso no consentido a Jenni Hermoso.
Hace unas semanas, la FIFA suspendió a Rubiales con carácter temporal —90 días—, a expensas de tramitar el expediente y sancionarle un castigo mayor. Desde entonces, y desde aquel famoso «No voy a dimitir» en la Asamblea de la RFEF, se esperaba que Rubiales dimitiese de sus funciones al frente de la Federación Española de Fútbol y también como vicepresidente de la UEFA.
Es más, en los últimos días han sido muchas las personas e instituciones que se han manifestado para pedir su dimisión. Una de las últimas ha sido Suecia, que el próximo 22 de septiembre se enfrenta a la Selección Española Femenina y ya amenazó con un boicot si Rubiales no abandonaba su cargo.
Esa renuncia ha llegado este domingo a través de sus redes sociales, aunque previamente lo dejó caer en una entrevista con el periodista inglés Piers Morgan en Londres. En su carta reconoce que hay «poderes fácticos» que le impedirán volver a su cargo y, además, considera que su salida de la RFEF traerá estabilidad para seguir trabajando en el proyecto de traer el Mundial a España en 2030. También finaliza su comunicado afirmando que a partir de ahora defenderá a toda costa la verdad y su inocencia.
«Hoy he transmitido a las 21:30 al Presidente en funciones, D. Pedro Rocha, mi renuncia al cargo de Presidente de la RFEF. También le he informado de que he hecho lo mismo con mi cargo en UEFA para que mi puesto de vicepresidente pueda ser sustituido», comienza.
«Tras la veloz suspensión realizada por la UEFA, más el resto de procedimientos abiertos contra mi persona, es evidente que no podré volver a mi cargo. Insistir en quedarme a la espsera y aferrarme a ello no va a contribuir a nada positivo, ni a la Federación ni al fútbol español. Entre otras cosas, porque hay poderes fácticos que impedirán mi vuelta. Ahí está la gestión de mi equipo y, sobre todo, la felicidad que me llevo por el enorme privilegio de estos más de 5 años al frene de la RFEF», continúa.
«No quiero que el fútbol español pueda resultar perjudicado por toda esta campaña tan desproporcionada y, sobre todo, tomo esta decisión tras haberme asegurado de que mi marcha contribuirá a la estabilidad que va a permitir que tanto Europa como África sigan unidas en el sueño de 2030, que permitirá traer a nuestro país el mayor evento del mundo», añade.
«Debo mirar adelante, mirar al futuro. Ahora hay algo que me ocupa con firmeza. Tengo fe en la verdad y voy a hacer todo cuanto esté en mi mano para que prevalezca. Mis hijas, mi familia y la gente que me quiere han sufrido los efectos de una persecución desmedida, así como muchas falsedades, pero también es cierto que en la calle, cada día más, la verdad se está imponiendo. Desde aquí transmito a todos los trabajadores, asambleístas, federativos y gente del fútbol en general, un fuerte abrazo, deseándoles mucha suerte. Gracias a todos los que me han apoyado en estos momentos», finaliza la carta de Rubiales.