Hay futbolistas que despuntan desde las categorías inferiores, que muestran su talento con total descaro y no se achantan ante ningún rival. Esos son los que tarde o temprano llegan a la cima del fútbol mundial, los que trabajan la suerte desde edades tempranas para cumplir sueños. Uno de ellos es Lamine Yamal, el futbolista que ha sido la estrella de este inicio de temporada y que empieza a estar en boca de todos.
Tiene 16 años, juega en el Barcelona y hace unos días debutó con la Selección Española con un gol frente a Georgia. Se convirtió en el futbolista más joven en debutar con la absoluta y, por ende, el más joven también en anotar un gol. No es de extrañar que el Barça esté haciendo todo lo posible para atarle a largo plazo, pues son muchos los que le auguran un futuro brillante.
Yamal comenzó jugando en La Torreta, un club modesto del municipio de La Roca del Vallés. Allí sabían perfectamente que tarde o temprano iba a llegar algún ‘grande’ a llevarse a su estrella, pues las gradas del campo se llenaban cada vez que jugaba. El Espanyol y el Barça se interesaron por él. Lamine primero hizo una prueba con los pericos y no tardaron en asegurarle que tenía un hueco garantizado en el primer equipo.
El Barça fue un paso más allá y no solo le hizo una prueba, sino que le puso de titular en un partido de fútbol 7. Yamal marcó tres goles en apenas 20 minutos, dejando impresionados a sus ojeadores. Con dos ofertas sobre la mesa, el futbolista decididió apostar por el Barça. A cambio, los culés le cedieron a un chico de la cantera a La Torreta y el Barça participó en un torneo de alevines.
Lo que ocurrió después, ya es historia. Yamal se ha convertido en uno de los jugadores más prometedores de la entidad azulgrana y de ahí que el club quiera ‘retenerle’ hasta 2030. Sin embargo, como todavía es menor de edad, solo puede firmar un contrato de tres años que serviría para ‘atarle’ hasta 2026.
Será dentro de dos años, al cumplir la mayoría de edad, cuando ya sea posible firmar su renovación hasta 2030. Sin embargo, y más allá de las formalidades, la relación entre Joan Laporta y Jorge Mendes —su agente— es bastante buena y no parece que vaya a haber inconvenientes en este sentido.