Raphael Dwamena, futbolista que militó en el Levante y el Real Zaragoza, ha fallecido este fin de semana tras sufrir un paro cardíaco en pleno partido. Cayó desplomado al terreno de juego y a pesar de la rápida intervención de las asistencias médicas, nada pudieron hacer para salvarle la vida. Eso sí, el futbolista ghanés ya había sufrido problemas de corazón.
Dwamena jugaba en Albania con el Egnatia Rrogozhinë, aunque era conocido en España tras pasar por el Levante y el Real Zaragoza. Hace varios años, le detectaron problemas cardíacos y por eso tuvo que marcharse del Zaragoza tras jugar únicamente nueve partidos. En ese momento, le operaron para ponerle un desfibrilador y su doctor le recomendó retirarse de los terrenos de juego.
Hacía poco tiempo que Raphael había decidido quitarse el desfibrilador y, por supuesto, hizo caso omiso de la recomendación de dejar su carrera profesional. De ahí que este fin de semana cayera fulminado al suelo por un paro cardíaco que le ha costado la vida. Los jugadores y el árbitro rápido se dieron cuenta de lo sucedido, las asistencias médicas y la ambulancia entró rápido al terreno de juego, pero no pudieron reanimarle. Dwamena fue trasladado al hospital, pero falleció poco después.
En nombre del #LevanteUD, queremos expresar nuestras más sinceras condolencias por el fallecimiento de nuestro ex jugador, Raphael Dwamena.
— Levante UD (@LevanteUD) November 11, 2023
Nuestros pensamientos están con su familia y seres queridos en este difícil momento. Su legado en nuestro club perdurará siempre.
DEP pic.twitter.com/k2MFJuSGIr
El mundo del fútbol llora su muerte y muchos clubes españoles también han enviado muestras de cariño, como el Zaragoza o el Levante. Además, su cardiólogo en el Zaragoza, el doctor Antonio Asso, ha publicado una carta abierta en el Heraldo de Aragón.
Asso reconoce que en un primer momento sí se mostró receptivo a ponerse un desfibrilador para garantizarle la vida, pero no quiso abandonar el fútbol profesional. Quiso continuar con su carrera deportiva pese a todo y eso es lo que le ha costado la vida, pues decidió quitarse el desfibrilador.
«Logramos convencerle de la imperiosa necesidad de implantarle un desfibrilador para al menos garantizarle la vida, a la par que desaconsejamos la práctica profesional deportiva. Depositó en nosotros toda su confianza, y tras implantarle el desfibrilador marchó fuera de España. A veces me solicitaba algún consejo puntual que yo respondía de buen grado», ha afirmado Asso.
«Estaba empeñado en seguir su carrera profesional por encima de todo y acabé perdiendo la esperanza de influir en él. Ha fallecido como consecuencia de una respetable decisión personal, pero si no se hubiese explantado el desfibrilador Raphael seguiría vivo», ha añadido el doctor para cerrar.
En una entrevista que Dwamena concedió en 2022, habló sobre su problema de salud y reconoció no tenerle miedo a la muerte: «Si muero, esa es la voluntad de Dios. Me voy y punto. Olvidado. La gente a mi alrededor estará triste durante unas horas, o tal vez incluso unas semanas. Pero lo superarán y seguirán adelante. No vivo mi vida para complacer a las personas. Solo a Dios».