El Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAD) ha inhabilitado a Luis Rubiales, expresidente de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) durante tres años por su actuación en la final del Mundial Femenino 2023. El primer motivo es por el beso no consentido a Jenni Hermoso y, el segundo, por tocarse los genitales en el palco. De esta manera, Rubiales no podrá trabajar en ninguna actividad relacionada con el fútbol durante los próximos tres años. Además, se une a la misma sanción que ya le había impuesto la FIFA.
Rubiales ha sido uno de los personajes más mediáticos de los últimos meses y aunque la polémica ya se está diluyendo, siguen llegando las sanciones. A la de la FIFA, ahora se suma la inhabilitación de tres años del TAD, que primero calificó como «falta grave» todo lo que hizo y su negativa a dimitir.
Sin embargo, este caso ha sido un punto de inflexión en muchos sectores de la sociedad: desde el «se acabó» de las futbolistas, hasta todo el apoyo público que tuvo Jenni y para la propia RFEF. Cayó Rubiales, pero también Jorge Vilda y muchos otros miembros implicafos de la Federación.
El Consejo Superior de Deportes (CSD) también modificó la normativa existente para que Rubiales no pudiera presentarse a las elecciones de la RFEF, que se celebrarán el año que viene, si no llegaba la inhabilitación. Pero ahora, el TAD —que depende del CSD— le ha impuesto esta sanción durante los próximos tres años que le impide vincularse con ninguna actividad relacionada con el fútbol.
Se prevé que en el primer trimestre de 2024 se celebren las elecciones, aunque ya hay presiones del CSD a Pedro Rocha para que las convoque cuanto antes. Rocha fue hombre de confianza de Rubiales y su figura no encaja en la ‘nueva’ RFEF que pretenden crear. De momento, no hay demasiada información sobre quién se presentaría, pero Carlos Herrera —periodista de la Cope— ha adelantado que quiere mandar en el fútbol español.