Jenni Hermoso ha acudido este martes, 2 de enero, a la Audiencia Nacional para declarar tras el beso que Luis Rubiales le dio en la final del Mundial y las presiones posteriores. La futbolista, que acaba de abandonar el Pachuca, ha ratificado su versión.
La jugadora de la Selección Española ha mantenido en su declaración todo lo que ya ha afirmado en el pasado: el beso de Rubiales fue «inesperado y en ningún momento consentido» y ella se sintió presionada tanto por el expresidente de la RFEF como por otros miembros de la Federación. Hermoso reconoce que la «atosigaron» y sostiene que eso le produjo una situación de «desasosiego y tristeza», según ha publicado la Agencia EFE.
Ahora, después de la declaración de Hermoso en la Audiencia Nacional, se espere que comience la fase de instrucción. Es el juez encargado del caso, Francisco de Jorge, quien debe tomar la decisión de procesar a Rubiales por un delito de agresión sexual y otro de coacción.
La de Jenni no será la única declaración, porque el juez también ha llamado a declarar a Jorge Vilda —exseleccionador nacional femenino—, Albert Luque —director de la Selección Española— y Rubén Rivera —director de marketing de la RFEF—. Además, más de 20 testigos han contado cómo vivieron esa situación, algunas de ellas compañeras de Hermoso y otros miembros de la Federación.