El Barça no ha sido capaz de remontar el tanto inicial de Sergio González y salen derrotados en Montjuic por segunda vez esta temporada
Hoy se ha visto en el Estadio Lluís Companys uno de esos ejercicios de supervivencia increíbles. Uno de esos partidos que pasarán a ser estudiados en las escuelas de fútbol. Si bien el fútbol defensivo no suele parecer tan vistoso como el ofensivo, la actuación del equipo pepinero de hoy ha sido para enmarcar. El Leganés ha dado una ‘masterclass’ de cómo defender durante los 90 minutos y ha ganado al Fútbol Club Barcelona en su estadio con un 19,8% de posesión.
El partido comenzó con el tempranero gol de Sergio González para el Leganés. Óscar botó un córner desde la derecha y lo remató, libre de marca, el central madrileño con un cabezazo inapelable. A partir de ahí, el campo se volcó hacia la portería de Marko Dimitrovic. El Barça monopolizó la posesión del balón, pero le costaba mucho encontrar espacios. Esto fue debido al espectacular entramado defensivo del equipo de Borja Jiménez, que se escudó con un 5-4-1 muy marcado.
El Barça trató de encontrar pases verticales que rompieran líneas (su principal arma y vía de ataque), pero no podían. Neyou y Cissé, pivotes pepineros, hicieron un trabajo magnífico para tapar huecos, así como Óscar y Munir por las bandas.
Contrarrestaron ese fuerte del Barça de Flick, anulando a Dani Olmo. Casadó y Pedri sí fueron capaces de mover bien el balón, pero apenas pudieron encontrar a sus compañeros en posiciones de peligro. Y cuando lo hicieron, Renato Tapia se encargó de sofocar cualquier incendio. El peruano tuvo que salir sustituido antes del descanso por un pisotón accidental que recibió, pero estaba siendo un auténtico cerrojo.
Y cuando no llegaba Tapia, ahí estaba Dimitrovic. El guardameta serbio se mostró seguro durante todo el encuentro y, en la primera parte, dejó varias acciones de mucho mérito. Le sacó un disparo a la escuadra a Raphinha y un par de paradas con el pie a Lewandowski, que salvaron al equipo.
El Barça lo intentó por bandas, al ver que no le salía nada por dentro. Koundé protagonizó numerosas internadas por su costado, pero sus centros no encontraban receptor, pues la defensa del Leganés siempre estaba ordenada, ante cualquier registro ofensivo que sacase el Barcelona.
En la segunda parte el Barça dispuso de muy pocas oportunidades claras y, de hecho, Dimitrovic no tuvo que intervenir más que para atrapar y despejar balones sueltos. La más clara la tuvo Koundé en un disparo cerca del área pequeña que se marchó rozando el poste. Raphinha y Lamine sacaron a relucir su habilidad y su regate, pero sus disparos no cogían portería. El joven astro español se mostró renqueante de una entrada de Neyou, que le dejó tocado todo el partido.
Los cambios de Fermín, Pau Víctor y Gavi no consiguieron revolucionar el encuentro y el Leganés logró aguantar y dar algún susto a la contra, ya con el equipo culé volcado al ataque. El tiempo se agotó y el Leganés consumó un milagro, que poco tiene de fortuna, pues la victoria se ha de atribuir a un esfuerzo defensivo titánico, de un equipo comprometido y riguroso en su bloque bajo, con un repliegue impoluto.
El Barça sigue dejándose puntos en liga y vuelve a no depender de sí mismo para mantener el liderato. Ahora mismo, con la victoria de esta tarde del Atlético de Madrid y el pinchazo de ayer del Real Madrid en Vallecas, LaLiga se aprieta más que nunca esta campaña.
El Barcelona sigue 1º pero el Atleti ya se ha puesto como colíder, ambos con 38 puntos. El Real Madrid está 3º con 37, pero cabe recordar que los dos equipos madrileños tienen un partido disputado menos que el cuadro catalán. Ante una hipotética victoria de los dos equipos de la capital, el Barça sería 3º, algo impensable hace un mes, en el que parecían imparables en su camino hacia el título.
Por su parte, el Leganés se aleja de la zona de descenso, marchándose a 4 puntos del Espanyol, equipo que marca la primera plaza de bajada de categoría. Esta victoria les da mucha fuerza de cara a esa lucha por la permanencia.