Después de muchos meses de sufrimiento, parece que la familia Schumacher empieza a tomarse la vida con más optimismo. La salida del hospital de Grenoble, pese al incidente con el robo del expediente en el helicóptero, ha supuesto un soplo de aire fresco para el expiloto y para todos los que le rodean.
Su mujer ya se permite acudir a algunos actos sociales para despejar la mente de la tragedia familiar porque ya no teme por la vida de Schumacher. Corinna acudió a una carrera de caballos que se celebró cerca de la clínica donde se encuentra su marido y este fin de semana también estuvo en el GP de Alemania de Fórmula 1. Allí quiso agradecer a los fans su apoyo y señaló que “lo peor ya pasó”.
Michael mejora lentamente en el centro médico de Lausanne donde se encuentra internado y ya valoran la posibilidad de darle el alta a finales de agosto. La idea es que el heptacampeón de Fórmula 1 continúe con la rehabilitación en su casa, según Daily Mirror. De hecho, la familia ya ha transformado varias partes de su mansión en instalaciones médicas adaptadas para el ex de Ferrari.
Asimismo, los allegados del campeonísimo saben que el piloto seguirá necesitando atención médica las 24 horas del día. Por eso, ya están trabajando en la contratación de fisioterapeutas, médicos, nutricionistas, enfermeros y especialistas en neurología.
Michael ya se comunica con su mujer y sus hijos con la mirada. Les contesta a las preguntas con movimientos de los ojos, pero sigue postrado en una cama. Sin embargo, los médicos pretenden que en las próximas semanas se siente en una silla y pueda moverla con la boca.