Carmen Jordá y Lotus confirmaron la semana pasada su alianza para la Fórmula 1. La joven valenciana de 26 años se convierte en la piloto de desarrollo del equipo y logra así su sueño de toda la vida. Sin embargo, el anuncio no ha sentado muy bien en muchos sectores del paddock, puesto que muchos piensan que el asiento le queda muy grande.
La nueva piloto de Lotus no tiene una trayectoria demasiado envidiable en las categorías inferiores. Cuesta mucho encontrar sus éxitos en todas las categorías por las que ha pasado, sus podios tampoco son muy numerosos. De hecho, su mejor resultado en una temporada en categorías inferiores puede ser el cuarto puesto que obtuvo en el Campeonato de España de F3 en 2007.
En cualquier caso, no se puede negar que esta mujer ha respirado automovilismo desde la cuna. Su mayor referente es su padre, el expiloto José Miguel Jordá, pero muchos no la tienen en cuenta como conductora por haber sido chica Tampax y una de las famosas españolas más reclamadas en los eventos publicitarios.
La chica está muy ilusionada con su nueva aventura y muestra con orgullo las fotos de sus primeros días de trabajo en las redes sociales. Sin embargo, los pilotos que no han tenido tanta suerte como ella se despachan a gusto en los medios. «Carmen Jordá no podría desarrollar un rollo de película y mucho menos un Fórmula 1 hibrido. La F1 es talento, no dinero ni apariencia», dijo Rob Cregan, que fue el compañero de Jordá en la GP3 durante el 2012.
No obstante, Carmen podía prever que eso iba a ocurrir y se toma las críticas con filosofía. «La Fórmula 1 está llena de celos. Hay muy pocos puestos, por lo que solo unos pocos pueden llegar», aseguró ante los medios en Barcelona.
Asimismo, también fue elegante cuando le preguntaron directamente por su excompañero. «Rob está, obviamente, celoso de que yo esté aquí y él no. Le deseo lo mejor, esto es todo lo que puedo decir», declaró la valenciana.
En cualquier caso, Rob Cregan no es el único que piensa así en la parrilla de la GP3. Mitch Evans también fue bastante crítico cuando se enteró de la llegada de Jordá a Lotus. «No estamos a 1 de abril todavía», dijo en alusión al día de los inocentes de su país.
Pese a todo, Carmen Jordá sigue confiando en sus posibilidades en la competición, aunque se toma su nuevo trabajo con calma. Sabe que está en pleno proceso de adaptación. «Primero debo entender cómo trabaja el equipo. Lo que ocurre aquí no se puede comparar con la GP3».