El piloto inglés Lewis Hamilton (Mercedes) comenzó este domingo la defensa de su título de campeón del mundo de Fórmula 1 con un triunfo en el Gran Premio de Australia, en una carrera que dominó de principio a fin y en la que el español Carlos Sainz (Toro Rosso) se estrenó sumando sus primeros puntos en el 'gran circo'.
Fue una carrera extraña la que abrió el Campeonato del Mundo, en la que sólo acabaron once coches, pero en la que únicamente salieron 15 de los 18 previstos porque tras la baja de Manor, Daniil Kvyat (Red Bull), Valteri Bottas (Williams) y Kevin Magnussen (McLaren) no salieron. El ruso y el danés por problemas mecánicos en la caja de cambios y el motor, respectivamente, y el finlandés por sus dolores de espalda.
En pista, los principales cambios en el guión respecto a 2014 vinieron con la mejoría de Ferrari, que subió al podio con el alemán Sebastian Vettel y evidenció su paso adelante, o la presencia en los puestos delanteros de Sauber con el brasileño Felipe Nasr, que conquistó un valioso quinto lugar. Sin embargo, por delante, los Mercedes de Lewis Hamilton y Nico Rosberg continúan teniendo mucha diferencia y, de momento, parece que dominarán el primer tramo con relativa facilidad.
Por su parte, fue una carrera con luces y sombras para Carlos Sainz. El piloto español firmó un más que positivo noveno lugar en su primera carrera mundialista, el culmen a un gran fin de semana, pero pudo haber sido mejor de no haber sido por un error de su equipo en el 'box' en la parada, lo que le lastró y le envió a los puestos traseros.
Pero el madrileño no se vino abajo y supo ir adelantando a los coches que tenía por delante, aprovechar lo corto de la parrilla y algún abandono más como el del finlandés Kimi Raikkonen, producto de un groso error de Ferrari, para sumar sus primeros puntos en el Mundial en un fin de semana donde ha dejado claro que está a la altura.
En cambio, todos los malos augurios que rodeaban a McLaren. A la baja de Magnussen, se unió el pobre rendimiento que pudo sacar de su coche el inglés Jenson Button que ni siquiera pudo beneficiarse de la escasez de monoplazas en pista para evitar ser el último, a un universo de los coches punteros, lo cual demuestra que en Woking y Japón queda mucho trabajo para que Fernando Alonso no tenga otro 'annus horribilis'.
Dominio de principio a fin de Hamilton
La salida del primer Gran Premio no dio lugar a sorpresas. Hamilton defendió con solvencia su posición ante Rosberg y los mejores movimientos vinieron por parte de Sainz, que adelantó dos plazas para ponerse quinto, y Nasr, que pasó del décimo lugar al sexto. Además, el semáforo verde provocó el accidente de Pastor Maldonado y la entrada del 'safety car'. Poco después, Romain Grosjean entraba en 'boxea' y no volvía a salir, quedándose Lotus sin sus dos coches sin apenas dar una vuelta.
Tras la marcha del 'safety', Hamilton abrió brecha y se iniciaron los duelos individuales con el actual campeón del mundo peleando con su compañero de equipo, y con el brasileño Felipe Massa (Williams) con Sebastian Vettel por el otro puesto del podio, mientras que por detrás Sainz perdía su quinta plaza por el empuje de Nasr, el australiano Daniel Ricciardo (Red Bull) y Raikkonen.
Los órdenes apenas cambiaron tras las primeras paradas, con el líder manteniendo su renta por encima de los dos segundos pese al empuje de Rosberg, que pese a acercarse no conseguía situarse demasiado cerca para inquietar el triunfo de su compañero. Massa, en cambio, perdía su plaza con Vettel, que también acertó a controlar al sudamericano para dar una alegría a Ferrari.
Las malas noticias vinieron para Carlos Sainz. Su equipo cometió un error en la rueda trasera izquierda que dejó anclado en su parada al madrileño que se fue a cola de pelotón por la gran cantidad de tiempo. El hijo del bicampeón mundo no tuvo problemas para volver a la zona de puntos superando a un Button desesperado y al Force India de Sergio Pérez que no había entrado.
El abandono de Raikkonen, tras el error de su equipo en su segunda entrada a 'boxea', donde no le ajustaron bien una rueda, hizo que el español volviese a ser octavo, su puesto en la calificación, pero, con los neumáticos desgastados, no pudo contener al sueco Marcus Ericsson (Sauber) para finalizar noveno, sumar puntos y ser el único Toro Rosso en acabar porque el joven Max Verstappen, que estaba haciendo una buena carrera tuvo que abandonar también tras su parada por un problema mecánico.
Por delante, Hamilton no pasó excesivos apuros con Rosberg para ganar por segunda vez en Albert Park, siete años después, mientras que Vettel se llevaba el tercer cajón del podio, eso sí, a más de 30 segundos de la primera 'flecha plateada', una distancia aún enorme y difícil de enjugar. En la 'cola', y aún más lejos, con dos vueltas perdidas, entró el McLaren de Button que, como nota positiva, pudo lograr que su 'MP4-30' al menos acabase y continuase acumulando kilómetros.