En líneas generales, el GP de China 2015 se puede definir como un baño de realidad para todos los equipos y aficionados de la Fórmula 1. El triunfo de Ferrari y el mejor ritmo de McLaren en Malasia creaban esperanzas de un campeonato diferente, pero lo cierto es que tras tres carreras la vida sigue igual en este curso automovilístico.
Mercedes domina incontestablemente y solo la disputa entre sus dos pilotos puede proporcionar algo de morbo a la lucha por el título. Sin embargo, este año la cosa parece todavía más aburrida que el pasado, ya que Rosberg no brilla al nivel que está demostrando Hamilton. De hecho, el alemán ya busca escusas para justificar los 17 puntos que le separan de líder. “Perjudicó innecesariamente mi carrera», dijo el vigente subcampeón sobre la actitud de su colega de garaje. Lewis solo pretendía cuidar sus neumáticos, pero Vettel se echó encima de Nico, que debería de cuestionar entonces su capacidad para superar en la pista a su compañero, si es cierto que iba tan despacio.
Por otro lado, Ferrari se consolida como segunda fuerza, pero queda claro que lo de Sepang se puede dar en contadas ocasiones y que Vettel se tendrá que conformar en la mayoría de las ocasiones por estar en los escalones más bajos del cajón. Sin embargo, él se mostró muy satisfecho. «Creo que podemos estar muy contentos por todo el fin de semana. Estamos tan solo en la tercera carrera y los pasos que hemos dado son realmente impresionantes. Ahora mismo estamos más cerca de ellos de lo que lo estábamos hace cuatro semanas y creo que eso es algo muy positivo, aunque todavía queda mucho por hacer. De cara a Barhéin, esperamos poder estar un poco más cerca. La sensación es que tenemos un buen coche sean cuales sean las condiciones”, declaró el tetracampeón.
Alonso, tristeza contenida
Además, la cuarta posición de Raikkonen también es una buena noticia para el equipo y el finlandés se ha visto en condiciones de superar a su compañero en la pista, si la carrera no hubiese terminado con el coche de seguridad. Kimi también tuvo buenas palabras para el coche y para el equipo al término del GP, pero sus gritos no fueron tan agradables en torno a Alonso cuando todavía estaba subido en el coche. Pidió que le quitaran “ese McLaren de ahí” cuando iba a doblar a su excompañero, en un mensaje que demuestra la tensión que todavía existe entre ambos.
Sin embargo, Fernando no entró al trapo en rueda de prensa y contestó a las preguntas sobre el lance de carrera con mucha mano izquierda. “Supongo que vamos muy lentos comparados con ellos. Ahora es el momento de que disfruten otros, pero pronto será el momento para que disfrute yo”, sostuvo el ovetense.
Además, el bicampeón español aseguró con tono fúnebre que se va contento porque los dos McLaren lograron terminar la carrera y porque extrajeron muchos datos del monoplaza. Lo dijo con la boca pequeña porque el siempre espera más, aunque su equipo ya le había avisado de que el progreso en China iba a ser mínimo. La próxima carrera será otro quebradero de cabeza para Fernando y en España se verá si realmente se puede confiar en McLaren. El año puede empezar o puede acabar definitivamente allí para el equipo británico. La escudería de Alonso es la única junto con Manor que no ha conseguido puntuar en lo que va de año. Si no lo hace en Montmeló, cada vez lo tendrá más difícil porque el resto de los equipos también avanzan en sus objetivos.