Las diez de la mañana en Madrid. La rutina envuelve a cada uno de los pasajeros que utilizan el metro de la capital. Ellos solos se distraen con su teléfono móvil, tablets o similares. Sus ojos miran fijos las pantallas y no ven más allá. En la estación de Chamartín, una de las más transitadas de Madrid, esa rutina se rompió radicalmente. El sonido ensordecedor de los motores y neumáticos del nuevo Mini John Coopers Works tuvieron la culpa.
Por donde normalmente circulan los trenes, en un espacio de no más de siete metros de ancho, Mini montó un circuito con distintas pruebas de velocidad y de slalom. Al volante cinco grandes pilotos experimentados: Nani Roma, Javier Villa, David Izaguirre, Víctor Sáez y Luis Miguel Reyes, los encargados de quemar rueda sobre el asfalto y de pisar el acelerador de estas máquinas de 231 caballos.
Nani Roma, justo antes de enfundarse el mono y el casco para subirse a su coche, atendió a EstrellaDigital.es. Entre el sonido de los motores y el olor a goma quemada, el ganador de dos rallys Dakar, uno en moto y otro en coche, comentó sus sensaciones para esta nueva temporada, además de reconocer lo difícil que es correr dentro del metro de Madrid, calificándolo como “una experiencia única y espectacular”.
He visto el poco espacio que hay aquí en las vías, como seis metros entre un lado y otro. ¿Es más complicado conducir aquí o cuando compites en el desierto?
Conducir aquí en las vías del metro es muy complicado. Es difícil porque es muy pequeño, muy estrecho. En el Dakar tienes mucho más espacio. Lo que cuesta más en el Dakar es estar concentrado durante muchas horas, por tanto eso es lo difícil. Aquí en el metro, no son muchos minutos, la principal diferencia es que aquí necesitas concentración durante uno, dos, cinco minutos y allí son muchos más. Además el coche no es el mismo. El Mini del Dakar es mucho más grande, es un cuatro por cuatro gigante.
Estamos a las puertas del verano. La mayoría de gente se va a la playa, a la montaña… ¿Qué hace por estas fechas una persona que pretende ganar el Dakar en enero de 2016?
Nosotros también hacemos vacaciones pero estamos todo el año entrenando, todo el año corriendo y haciendo carreras para preparar el Dakar. Tengo otras carreras también pero el objetivo es el Dakar. Por tanto tengo una vida maravillosa, no me quejo de nada pero también vamos a la playa.
Usted venció el Dakar en 2014 en la categoría de coches. En este 2015 llegó a Latinoamérica con la intención de revalidar o al menos defender el título. ¿Qué se te pasa por la cabeza cuando en la primera especial pierdes todas las opciones de victoria por ese fallo mecánico?
Fue un golpe muy fuerte, bastante duro. Llegas al Dakar a revalidar el título, tienes ese problema y te quedas como parado. Estás mucho tiempo preparándote para esas dos semanas y te quedas allí a las puertas prácticamente. Pero bueno, ya está. Tenemos este año para prepararlo, tenemos este año para entrenar y para llegar igual de motivados e intentar ganar el Dakar.
Ganó su primer Dakar en 2004 pero empezó a correr en 1996. En este transcurso de tiempo abandonó la prueba seis veces y acabó solo en una ocasión. ¿De dónde saca las fuerzas para volver de nuevo a África?
El Dakar, cuando lo ganas, dices hostia he ganado, ha parecido fácil pero realmente es una carrera muy intensa, muy difícil. Influye la parte mecánica e influyen otras muchas cosas más. He tenido la suerte de ganar en motos y coche y ahora, sobre todo, espero poder ganar en coches otra vez más.
Conoce bien los dos vehículos. ¿Prefiere competir en coche o en moto?
Si tuviera que quedarme con uno, elijo los dos, coche y moto.
Ha competido también en los dos continentes, Latinoamérica y África. ¿Con cuál se queda?
Entre África y Latinoamérica… También me quedo con las dos (esbozando una sonrisa). Cada carrera es distinta y cada una tiene su parte buena y su parte más complicada. Pero tanto correr en África como en Latinoamérica y hacerlo con moto o coche son experiencias muy interesantes.
¿Cómo valora la salud de este tipo de deporte en nuestro país?
Este deporte en España tiene muy buena salud. Los medios sienten mucho interés por nuestro mundo y lo más importante, interesa al público a muchas personas, por tanto es un placer.