El Gran Premio de Canadá fue el más penoso de McLaren desde su regreso a la Fórmula 1. Parecía que el coche había dado un paso adelante en Mónaco, pero en un circuito donde el motor prima por encima del piloto y del resto de componentes se volvió a ver la dura realidad. Los dos pilotos del equipo abandonaron, pero lo más preocupante realmente fue su ausencia de competitividad en las vueltas en las que estuvieron en pista.
El resto de coches les adelantaban sin aparente esfuerzo y los puntos eran realmente una utopía. Sin embargo, parece que en Austria las expectativas son algo superiores. El nuevo morro del monoplaza ya ha pasado los test de seguridad y podrá estrenarse este fin de semana, aunque no se sabe cuál será su incidencia real en el rendimiento.
Asimismo, Honda ha tenido quince días más para depurar el funcionamiento del propulsor. En Montreal se sacrificó la potencia a cambio de una fiabilidad que no terminó de llegar, pero habrá que ver cuál es la apuesta para otro circuito en el que también hay grandísimas rectas. La sombra de las sanciones por el quinto cambio de motor ya planea peligrosamente.
Sin embargo, Fernando Alonso sigue feliz de la vida y no renuncia a nada de cara a las últimas «Será difícil, sí, no hay duda. Red Bull ganó tres carreras el año pasado con un déficit de prestaciones y unos tests invernales horribles. Se recompusieron muy rápido, por lo que soy positivo y optimista de que recuperaremos un gran nivel este año. No sé si estaremos en el podio o no, pero para vencer a Mercedes necesitas hacer algo extremo y con Honda estamos haciendo esto. Aún llevamos poco tiempo, pero soy optimista», señaló el ovetense.
Alonso se consuela como puede
Con esto, Alonso se conforma con tener un coche que esté al nivel del que conducía Vettel el año pasado, con el que pudo subir varias veces al cajón, aunque fue Ricciardo el que se llevó todos los triunfos de la escudería (el primero de ellos en Canadá, con lo que McLaren ya llega un poco tarde). En cambio, en Ferrari no cambian al piloto que tienen ahora por el que trabajaba para ellos en 2014.
De hecho, el presidente del grupo, Sergio Marchionne, se deshace en elogios con Vettel, mientras que la renovación de Raikkonen continúa en el aire. «Creo que es un piloto extraordinario, tiene una fenomenal cantidad de constancia en lo que hace. Es un piloto completo. Es una de esas cosas muy difíciles de encontrar. Entiende el coche muy bien y su estilo no merece reproches», declaró el mandamás italiano.
Asimismo, Marchionne dejó claro que considera que el ex de Red Bull será clave en el futuro ganador de Ferrari. «Hace las cosas bien y hace a los demás constantes, y lo hace en el circuito, que a esa velocidad no es fácil. Hay personas que pertenecen a un selecto grupo de campeones del mundo y él es uno de ellos. Tenemos suerte de tenerle. Mi único objetivo es darle un coche con el que poder ganar. Eso es todo. El resto de lo que necesite lo puede conseguir él solo», concluyó.